domingo, 25 de noviembre de 2007

Balance del primer año de gobierno de Felipe Calderón (empleo y política exterior)


Un año de altibajos: ¿Presidente del empleo?


Publicado en Enfoque - Reforma


Por Laurence Pantin


(25-Nov-2007).- El 1o. de diciembre del 2006, en el Auditorio Nacional, el presidente Felipe Calderón fijó las tres prioridades de su gobierno: seguridad, generación de empleos y combate a la pobreza. La lucha contra el narcotráfico acaparó los esfuerzos gubernamentales al arranque de la administración. Hoy, en el saldo hay decomisos históricos, extradiciones de grandes capos y algunos golpes a bandas locales, pero también una lista de más de 2 mil ejecutados y un consumo creciente de estupefacientes.
Presentarse como el "Presidente del empleo" pareció ser redituable para Felipe Calderón en campaña, pues una encuesta de Mitofsky realizada en abril de 2006 señalaba que el 42 por ciento de los entrevistados asociaba la palabra "empleo" con el candidato panista, mientras que solamente 21 por ciento de ellos identificaba a su rival perredista, Andrés Manuel López Obrador, con esa palabra. Sin embargo, a un año de tomar el poder, Calderón está lejos de cumplir sus promesas en la materia.
A lo largo de su campaña, el panista se comprometió a generar entre 1 y 1.2 millones de empleos cada año, la cantidad de puestos de trabajo necesaria para cubrir la llegada de jóvenes al mercado laboral. Sin embargo, el pasado 18 de octubre el Presidente se congratulaba por la creación de 825 mil empleos registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social de enero al 15 de octubre, al considerar que esta cifra es muy superior a los 600 mil nuevos empleos que las mejores previsiones estimaban podrían crearse a principio del año.
Algunos empresarios, como Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, objetaron que parte de esos 825 mil nuevos empleos no son plazas nuevas, sino puestos de trabajo que ya existían sin haber sido reportadas al IMSS.
De hecho, los niveles de desempleo no han bajado, pues el promedio de la tasa de desocupación en 2007 es de 3.75 por ciento de la población económicamente activa, un poco más alto que en 2006 (3.6 por ciento), de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Asimismo, el promedio de la tasa de subocupación -que corresponde a la población que manifiesta tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de las que su ocupación actual le permite- fue de 7.26 por ciento en 2007, mientras que era de 6.92 por ciento en 2006.
El problema más grave, según Roberto Escalante, director de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, es que la mayoría de los empleos creados siguen siendo de baja calidad. Por ejemplo, el 54 por ciento de los nuevos empleos son eventuales y solamente 46 por ciento son permanentes. Además, el 55 por ciento de la población ocupada percibe menos de 5 mil pesos mensuales.
Por otra parte, los dos programas estrella de Calderón en materia de empleo no dieron los resultados esperados. El Programa de Primer Empleo, que consistía en dar hasta por 12 meses un subsidio de hasta 100 por ciento de las cuotas obrero-patronales que tendrían que pagar los patrones ante el Seguro Social por la contratación de trabajadores por primera vez, solamente fue aprovechado hasta el 1o. de octubre por 9 mil 76 empleadores, los cuales registraron a 11 mil 213 empleados. El resultado fue tan desalentador que el programa, que recibió una partida especial de 3 mil millones de pesos para 2007, ya no está contemplado en el Presupuesto de Egresos de la Federación del 2008.
En cuanto al Servicio Nacional de Empleo, que debía ayudar a los desempleados a encontrar un empleo, solamente pudo colocar a 364 mil trabajadores de los cerca de 1 millón 400 mil que llenaron una solicitud.
Según Escalante, la falta de generación de empleos se debe a la baja tasa de crecimiento de la economía nacional (poco más del 3 por ciento). "Para tener una creación de empleos realmente sustantiva y que desinflara esta masa de desempleados y sobre todo formalizara el trabajo de la gente, la economía mexicana tendría que crecer por lo menos al doble de lo que está creciendo.
"Y para eso hay que modificar la política económica, una política que realmente promueva la inversión, que desarrolle la infraestructura, que haya mecanismos de financiamiento realmente ágiles y baratos a la inversión, cosas que hasta el momento no ocurren", asegura.
En su discurso del 1o. de diciembre de 2006 en el Auditorio Nacional, el Presidente se proponía hacer del mercado interno el motor de crecimiento. Pero este propósito no se cumplió, lamenta Escalante, ya que este gobierno sigue apostando al crecimiento del sector externo de la economía, mientras la competitividad de las empresas mexicanas está empeorando, en parte por la sobrevaluación de la moneda nacional.
El economista considera que el Estado debe retomar su papel de animador de la actividad económica y adoptar una política industrial mucho más agresiva, que apoye a los productores mexicanos. Recomienda que el gobierno promueva una ley equivalente al "Buy American Act", que establecería que parte de las compras gubernamentales debe ser reservada a las empresas nacionales, en especial las pequeñas y medianas, como lo propuso la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).
Las perspectivas para el próximo año tampoco son muy alentadoras, según el académico, ya que la reforma fiscal aprobada solamente permitirá una ganancia tributaria adicional de 1.5 por ciento del PIB, muy lejos de lo que se necesita. También prevé que el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) sea trasladado a los consumidores, y por ende resulte desfavorable a la creación de empleos.



Llegó cortando cabezas

Ricardo lamenta que la primera medida de Felipe Calderón como presidente de la República consistiera en pedir la renuncia a cientos de empleados de Los Pinos. El hombre de 37 años, quien prefiere usar un seudónimo, fue uno de los despedidos y recuerda el sentimiento de impotencia que le invadió el no tener oportunidad de probar su desempeño en el cargo que ocupaba.
"Ese día, irónicamente dije: 'Llega el Presidente del empleo, y finalmente al lugar donde llega es el primero donde deja sin empleo a tantas personas'", se acuerda Ricardo, quien dice haber votado por Calderón por convicción personal.
"¿Por qué mentir?, ¿por qué decir que va a generar empleos cuando llega y corta cabezas a diestra y siniestra sin conocer a los trabajadores?", cuestiona.
Ricardo entró a laborar en el área de Comunicación Social de Presidencia en 1997, cuando Ernesto Zedillo era el inquilino de Los Pinos, y vivió la transición entre Zedillo y Vicente Fox en 2000. En ese momento, los que salieron de la dependencia fueron los funcionarios con más alta jerarquía (de director de área para arriba) y los demás se fueron por decisión propia. "Ahora que llegó Calderón, no hubo esa misma medición de puestos", asevera Ricardo, "hubo áreas en las que cortaron de tajo a todos y hubo áreas que no tocaron".
En 1997, Ricardo empezó por contrato de honorarios con un sueldo mensual de 5 mil pesos. Logró conseguir una plaza federal y casi 10 años después, cuando le pidieron su renuncia, era subdirector de área y ganaba 25 mil pesos. Ricardo, quien tardó siete meses en encontrar un nuevo empleo con un sueldo de 15 mil pesos, subraya que le gustaba su trabajo en el gobierno y que deseaba seguir en el mismo puesto.
"Cuando declaran ganador a Calderón, yo decía: 'Sí, voy a seguir laborando aquí, no hay ningún problema, es el mismo partido, se ha trabajado bien'", señala Ricardo.
No fue así. En diciembre de 2006, se estimó que con la llegada de Calderón y su equipo a Los Pinos cerca de mil 200 empleados tuvieron que presentar su renuncia.

Laurence Pantin



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Un año de altibajos: Reconstrucción y retroceso


Publicado en Enfoque - Reforma

Por Laurence Pantin


(25-Nov-2007).- El 1o. de diciembre del 2006, en el Auditorio Nacional, el presidente Felipe Calderón fijó las tres prioridades de su gobierno: seguridad, generación de empleos y combate a la pobreza. La lucha contra el narcotráfico acaparó los esfuerzos gubernamentales al arranque de la administración. Hoy, en el saldo hay decomisos históricos, extradiciones de grandes capos y algunos golpes a bandas locales, pero también una lista de más de 2 mil ejecutados y un consumo creciente de estupefacientes.


Pese a su poca visibilidad, la política exterior emprendida por Felipe Calderón ha tenido muy buenos resultados, estima Jorge Montaño, quien fuera embajador de México en Estados Unidos entre 1993 y 1995.
"Si nada más se piensa en qué estado de descomposición estaba la política exterior el 1o. de diciembre del 2006 y dónde estamos el día de hoy, me parece que está bien", expresa el también profesor de relaciones internacionales en el ITAM.
El viraje que dio Calderón se refleja en los viajes al extranjero que realizó el mandatario desde su toma de protesta. Para subrayar su voluntad de acercamiento con América Latina, la primera visita que efectuó como Presidente fue a Nicaragua. Su interés por nuestros vecinos del sur se confirmó posteriormente con viajes a El Salvador, a Guyana para participar en la XIX Cumbre del Grupo de Río y a Belice para la IX Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla. Recibió a los mandatarios de Centroamérica en la Cumbre del Plan Puebla Panamá, y a sus homólogos de Chile, Argentina y Brasil. Además, instruyó mejorar las relaciones con Venezuela y Cuba, en claro contraste con la política de su antecesor, Vicente Fox.
Montaño apunta que cultivar buenas relaciones con estos países es fundamental para México y asegura que la insistencia de Calderón en este aspecto ha sido sorprendente, pues las afiliaciones políticas de la mayor parte de los países de la región no coinciden con la del Presidente. "Está demostrando una política exterior muy pragmática y es el tipo de política exterior que se requiere en este momento en el mundo", añade.
Calderón realizó dos giras a Europa, en las que participó en el Foro Económico Mundial de Davos y en la Cumbre del G-8 más cinco; un viaje a Canadá para asistir a la Cumbre de Líderes de América Latina y una gira a Asia, en la que participó en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), además de visitar Nueva Zelanda y la India.
Aunque no fueron acompañados de declaraciones estrepitosas, todos esos desplazamientos e invitaciones permitieron a Calderón codearse con los mandatarios de numerosos países. "La diplomacia no ha logrado ser reemplazada por el internet ni por el correo electrónico, entonces es muy importante que los jefes de Estado convivan, se comuniquen", afirma el ex embajador.


Descuidos y tropiezos

Sin embargo, Montaño y otros especialistas -como el ex canciller Jorge Castañeda- consideran un error el descuido de la relación con Estados Unidos y especialmente de las comunidades de mexicanos radicadas en ese país.
Al cancelar en septiembre un viaje en el que iba a visitar comunidades mexicanas en Chicago y participar en la Asamblea General de la ONU, Calderón se convirtió en el primer Presidente en décadas que no visita EU en su primer año de gobierno.
El clima preelectoral en EU puede explicar que no haya sido posible compatibilizar las agendas de Bush y Calderón, sugiere Montaño. "Pero, desde afuera, siguen sin salirme las cuentas de por qué no se ha hecho a estas alturas ese viaje", apunta.
El ex embajador considera urgente que el Presidente tenga una nueva entrevista con Bush, ya que México va a desregular su mercado el próximo año conforme a lo establecido en el Tratado de Libre Comercio. "Eso va a tener efectos importantes en el campo mexicano", afirma, "creo que el presidente Bush tiene que oír al presidente mexicano".
Otro desacierto es la falta de comunicación. "Parece que el sello del gobierno es que él es el único vocero autorizado para dar a conocer lo que pasa en Tabasco y también qué pasó en Davos", critica Montaño, "desde el punto de vista internacional, la gente tiene la impresión de que no se hicieron las cosas, y a la hora que se ven los resultados, sin duda hay resultados muy importantes".
El experto pone como ejemplo la "Iniciativa Mérida", que fue mal comprendida porque mediáticamente fue mal vendida. Otro caso es que, en México, muchas personas ignoran que en este momento el país está coordinando la agenda del Grupo de los 5 (India, Sudáfrica, China, Brasil y México), para preparar la próxima Cumbre con el Grupo de los ocho países más desarrollados.
"La diplomacia debe ser discreta, pero eso no quiere decir que debe de ser una diplomacia oculta", asevera Montaño. "Es importante que se explique muy claramente los pasos que se están dando".
Las polémicas declaraciones del ex presidente Fox y del presidente del PAN, Manuel Espino, también contribuyeron a enturbiar la política exterior de Calderón. "Cuando el ex presidente Vicente Fox habla frente a CNN con mucha frecuencia, inmediatamente (los diplomáticos estadounidenses) nos preguntan si esto representa el punto de vista de Calderón. Y las alianzas que ha tendido el señor Espino con su organización de partidos (ODCA) también complica las cosas con muchos países que sienten que hay un activismo a lo mejor disfrazado, que genera malas lecturas", lamenta Montaño.



Calderón frente a sus homólogos

Felipe Calderón visitó 16 países en su primer año de gobierno. Estas giras lo han mantenido 28 días fuera del país. Al final, las contingencias lo han obligado a acortar o cancelar otros viajes.

8
Giras

2
Viajes cancelados

7
Visitas recibidas


Giras

· 10 de enero de 2007: Nicaragua.
· 16 de enero: El Salvador.
· 24-30 de enero: Alemania, Suiza (participación en el Foro Económico Mundial de Davos), Reino Unido, España.
· 2-3 de marzo: Guyana (participación en la 19 Cumbre del Grupo de Río).
· 2-9 de junio: Italia, Vaticano, Francia, Bélgica, Alemania, Dinamarca.
· 29-30 de junio: Belice (participación en la 9 Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla).
· 19-21 de agosto: Canadá (participación en la Cumbre de Líderes de América del Norte).
· 6-11 de septiembre: Nueva Zelanda, Australia (participación en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico), India.


Viajes cancelados

· 23-26 de septiembre: Estados Unidos (participación en el 62 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas).
· 6-10 de noviembre: Panamá, Colombia, Perú, Chile (participación en la 17 Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno).


Visitantes extranjeros

· 12-14 de marzo: George W. Bush, presidente de Estados Unidos.
· 19-20 de marzo: Michelle Bachelet, presidenta de Chile.
· 9-10 de abril: Cumbre del Plan Puebla-Panamá. Álvaro Uribe, presidente de Colombia; Óscar Berger, presidente de Guatemala; Manuel Zelaya, presidente de Honduras; Elías Antonio Saca, presidente de El Salvador; Martín Torrijos, presidente de Panamá; Óscar Arias, presidente de Costa Rica; Said Musa, primer ministro de Belice; y Jaime Morales, vicepresidente de Nicaragua.
· 27-28 de junio: Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.
· 16 de julio: José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno Español.
· 30 de julio: Néstor Kirchner, presidente de Argentina.
· 6 de agosto: Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil.



El gabinete viajero

Los miembros del gabinete han realizado más de 130 viajes en menos de un año de gobierno y 41 de ellos han sido a Estados Unidos. Sólo a petición expresa han elaborado algún reporte de sus actividades en dichos viajes y pocos de ellos informan sobre sus gastos.



Patricia Espinosa, secretaria de Relaciones Exteriores

· Giras: 29.
· Países visitados: Estados Unidos (5), Nicaragua (2), Ecuador, El Salvador, Alemania (2), Suiza (2), Reino Unido, España (2), Austria, República Eslovaca, Canadá (3), Guyana, Brasil, República Dominicana, Francia (2), Italia, Vaticano, Bélgica, Dinamarca, Belice, Jamaica, Nueva Zelanda, Australia, India, Chile (2), Perú y China.

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