domingo, 16 de diciembre de 2007

Sobre la apertura comercial del campo mexicano


Alcanza la apertura al campo


Publicado en Enfoque - Reforma


Por Laurence Pantin


(16-Dic-2007).- ¿Quién teme al Tratado de Libre Comercio de América del Norte? Hace 15 años, la coincidencia era que quienes deberían preocuparse eran los campesinos mexicanos. Se pronosticaba que una vez abiertas todas las barreras arancelarias en materia agrícola, el 1o. de enero de 2008, los productos norteamericanos invadirían el mercado nacional y desplazarían a los productores nacionales. Ello en virtud de que los subsidios a los productores de Estados Unidos y Canadá les permiten producir a más bajo costo.
A 15 días de la desaparición de los aranceles y cuotas de importación relativos a los últimos cuatro productos agrícolas aún protegidos, el panorama es distinto. No se prevé que el último paso de la apertura agrícola agrave de manera evidente la situación en el campo mexicano, ya que esta liberalización se va a dar en un contexto internacional favorable: la demanda mundial de granos ha ido aumentando desde hace dos años como consecuencia del auge en la generación de biocombustibles, y los productores mexicanos no deberían tener problemas para colocar sus cosechas en el mercado.
Pero más allá del impacto del TLCAN y las condiciones internacionales favorables que lo mitigan, la agricultura nacional muestra señas de fragilidad y es cada vez más obvio el contraste entre los dos campos: uno próspero y preparado para la competencia, que incluso coloca productos nacionales en los primeros lugares del mercado internacional, y otro rezagado en el que las condiciones de vida se han agravado por el efecto de 20 años de políticas de liberalización.
Pese a los crecientes apoyos otorgados para acompañar esta liberalización, una franja importante de productores no está preparada para la apertura total.


Asimetrías y renegociación

El texto del TLCAN preveía la desaparición gradual de aranceles, hasta por 15 años en el caso de los cuatro productos más sensibles -maíz, frijol, azúcar y leche-, con el fin de dar tiempo a los productores para prepararse a la apertura. No obstante, en la práctica los tres países involucrados optaron por limitar el volumen de las importaciones, sin aplicarles aranceles.
En el caso de los cuatro productos mencionados, estos cupos de importación son los que van a desaparecer el próximo 1o. de enero, dejando totalmente libre la entrada de productos de Estados Unidos y Canadá al país.
Desde que se firmó el TLCAN (1992), se hicieron pronósticos pesimistas sobre el impacto que podía tener para los productores mexicanos, ya que el tratado no tomó en cuenta las asimetrías entre los tres países firmantes. Por ejemplo, según un análisis publicado en octubre pasado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, cultivar una hectárea de maíz es 300 veces más caro en México que en Estados Unidos y rinde 3.5 veces menos toneladas de grano.
Los subsidios son otro ámbito donde la desproporción salta a la vista. "En los últimos seis años acumularon un subsidio de 340 dólares por productor en Estados Unidos, de 177 dólares en Canadá y en México de 76 dólares", deplora el diputado perredista Carlos Navarro López, presidente de la Comisión Legislativa de Desarrollo Rural.
A diferencia de lo que se hizo en la Unión Europea, donde se diseñó una política agrícola común que tomó en cuenta las ventajas productivas de todas las naciones, el TLCAN no intentó compatibilizar los sectores exitosos y débiles de cada país sino que los puso a competir entre sí, lamenta Miguel González, profesor en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El economista estima que el no tomar en cuenta las asimetrías entre los tres países fue especialmente problemático para México, ya que el país también presenta grandes asimetrías en su propio territorio, entre una minoría de grandes productores del norte y el Bajío que lograron capitalizar y modernizar sus explotaciones y una mayoría de pequeños agricultores al sur sin acceso a los avances tecnológicos. Mientras la apertura comercial tiende a beneficiar a los primeros porque cuentan con capacidad de exportación, perjudica a los segundos, dado que su falta de infraestructura en almacenamiento y transporte, así como de conocimiento de los precios internacionales, reduce su poder de negociación ante los compradores.
Es por ello que algunas organizaciones de productores, como la Confederación Nacional Campesina (CNC), no dejaron de pedir la renegociación del capítulo agropecuario del TLCAN. Pese a que éste fue uno de los puntos que el gobierno se comprometía a analizar en el Acuerdo Nacional para el Campo firmado con asociaciones campesinas en 2003, cuando se quitaron los aranceles sobre más de 20 productos, el actual secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, expresó en octubre que el gobierno de Felipe Calderón no iba a renegociar.
"Si el gobierno no termina por entender que lleva al caos a los habitantes del sector agropecuario, este país tiene casi un 30 por ciento de su población en el campo y se pudiera dar un estallido social", considera el diputado priista César Duarte, "ésa es razón suficiente para tratar de cancelar el Tratado de Libre Comercio".
Según Patricia Aguilar, directora de Evaluación de Políticas Publicas Rurales del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados, lo que se debe revisar es toda la política de liberalización del campo, que inició desde los años ochenta. "El TLCAN es, a mi manera de ver, un eslabón en una estrategia de desarrollo mediante la cual se buscó impulsar la apertura desde principios de los ochentas. A partir de la crisis financiera de la deuda en 1982, el gobierno federal trató de cambiar la estrategia y en lugar de ver hacia el mercado interno, diseñó una estrategia de desarrollo en función del mercado externo", estima la investigadora.
Un indicio en ese sentido, de acuerdo con la especialista, es que los déficits en la balanza comercial agropecuaria nacional empezaron a verse desde los ochenta, mucho antes de la entrada en vigor del TLCAN, en 1994.


Impactos diferenciados

Aunque no necesariamente coinciden en cuanto al posible impacto de la apertura sobre los productores nacionales, los analistas consultados están de acuerdo en que éste dependerá de la situación particular de cada sector.
Con respecto al maíz, cuya liberalización fue considerada como la más sensible por su importancia en la agricultura del país, la apertura no debería modificar la balanza comercial de manera drástica, considera Patricia Aguilar, ya que las importaciones del grano han ido aumentando paulatinamente desde 1998, cuando eran de 5.2 millones de toneladas, pasando a 10.7 millones de toneladas en 2006.
Además, el contexto internacional de altos precios debería controlar el efecto de la apertura definitiva. Los precios mundiales del maíz amarillo aumentaron cuando éste se empezó a usar para producir etanol, especialmente en Estados Unidos. En México, donde tradicionalmente se produce maíz blanco para consumo humano y se importa maíz amarillo para alimentar a los animales, la creciente demanda de maíz amarillo a nivel internacional generó escasez y obligó a los productores nacionales de carne y huevo a comprar la variante blanca del grano. Es por ello que entre enero de 2006 y octubre de 2007 el precio del cereal en el país se incrementó en más de 45 por ciento según el Banco de México.
Para Miguel González, investigador de la UNAM, es probable que se mantenga alto el precio del maíz el próximo año y esto podría presionar al alza los precios de los alimentos cuya producción usa maíz como forraje (carne, huevo, leche), así como de otros granos ahora usados como alternativas al maíz. En este contexto, los consumidores serían los más perjudicados, como fue el caso a principio de este año cuando los precios de la leche y de la tortilla se dispararon.
En cambio, los grandes productores de granos, y en particular de maíz, podrían verse beneficiados por el alza en los precios y aprovecharse de la desaparición de las barreras arancelarias para incrementar sus exportaciones a Estados Unidos. "Cuando teníamos aquí precios más altos y en Estados Unidos precios más bajos, indudablemente que entraran los productos a precios más bajos iba a hacer que los productores mexicanos no pudieran producir a este precio", expresa González, "sin embargo, en el caso de la mayoría de los granos básicos -sobre todo en el caso del maíz, que es el más importante, y del trigo en menor medida- los precios internacionales ya están más altos que adentro. Entonces, eso no va a representar un desincentivo para producir, al contrario".
En cuanto a la caña de azúcar, México cuenta cada año con excedentes de cerca de 200 mil toneladas, mientras que Estados Unidos es deficitario. Francisco Domínguez, diputado por Querétaro y vicecoordinador de la bancada del PAN en cuestiones agropecuarias, estima que la situación es alentadora para los productores nacionales. Además, ya que el etanol también puede producirse a partir de caña de azúcar, se espera que la demanda y el precio del producto no bajen en los próximos años.
El sector de la leche, por su parte, se encuentra actualmente en una situación difícil dado que no cubre las necesidades del país y se vio afectado por el incremento en los precios del forraje. Sin embargo, las cosas podrían mejorar el próximo año, según Domínguez, porque el precio de la leche dejará de ser controlado por el gobierno y se fijará por las reglas del mercado.
Dado que los precios internacionales han subido en los últimos años debido al creciente consumo del producto en India y China, el panista opina que los productores podrían verse favorecidos. Los más afectados, entonces, deberían ser los consumidores.
El caso del frijol es el más problemático, en parte porque el consumo nacional de este grano ha ido decayendo en los últimos años, sin que el esfuerzo de reconversión de los productores mexicanos haya sido suficiente. Además, la falta de planeación en las siembras nacionales ha provocado problemas de sobreoferta en ciertas épocas que afectan la comercialización del grano en zonas tradicionalmente productoras de frijol.
Domínguez lamenta que el gobierno y los productores del sector no hayan buscado la manera de darle valor agregado al producto, lo que les permitiría defenderse mejor de la competencia de los agricultores de Estados Unidos. "Pero se etiquetaron mil 500 millones de pesos para los productores de frijol del país, como mínimo", confía el legislador panista.


Persisten los subsidios

El diputado priista Héctor Padilla considera que los apoyos al campo mexicano para preparase a la apertura no tuvieron el éxito deseado. "El campo no está listo para una apertura de esa magnitud porque tenemos un campo deteriorado por la acción de muchos años de una política abierta a ultranza", opina el también presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería.
Prueba de ello es que, pese a los elevados precios de los granos que se registraron desde hace dos años, el gobierno sigue dando subsidios cada vez más altos. En el 2007 el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable (PEC), que agrupa todos los recursos destinados al campo, alcanzó 176 mil millones de pesos, 21 mil millones de pesos más que en 2006.
Para 2008, la Cámara de Diputados votó un presupuesto de 204 mil millones de pesos para el PEC, pero esta vez los legisladores previeron la posibilidad de mover el destino de los recursos en función de la fluctuación de los precios internacionales. "Hay un mecanismo que llamamos un fondo compensatorio para que los recursos que van en apoyo a la competitividad tengan una dinámica de movimiento de recursos, que si el maíz tiene recursos suficientes por el precio que se ha mantenido, esos recursos se puedan trasladar al trigo, al sorgo, al café", expone el diputado priista César Duarte.
Aunque subraya la necesidad de apoyar a los productores mexicanos, Patricia Aguilar duda de que la forma en que se aplican los subsidios sea la mejor estrategia para lograr este objetivo. "Son decisiones de política", considera la experta, "aquí ha sido más cómodo el estar apoyando a estos agricultores que el venir a pelear en contra de Estados Unidos para que quite sus subsidios".
La especialista toma el ejemplo de la lucha de Brasil para exigir al país norteamericano que deje de subsidiar a sus productores de algodón ya que esos apoyos les permiten vender más barato que los productores brasileños. Aguilar estima que habría sido conveniente para México asociarse con Brasil en este esfuerzo, pues es muy alto el monto de los apoyos que México otorga a sus productores de algodón para competir con los de Estados Unidos. Este año, se destinaron 713.4 millones de pesos para apoyar a 3 mil 469 algodoneros, quienes recibieron en promedio 205 mil 650 pesos cada uno.
Además, algunos subsidios, como son los apoyos a la comercialización, tienen la característica de repartirse entre pocos, ya que se otorgan a los productores con más capacidad de presión. De acuerdo con el documento Metaevaluación de programas de la Sagarpa dirigidos a productores agrícolas básicos, publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados, en 2006 fueron 144 mil los productores que tuvieron acceso a los apoyos a la comercialización, cuyo presupuesto fue de 8 mil millones de pesos; esto es, cada productor recibió en promedio cerca de 55 mil 500 pesos. En comparación, el Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo), que otorga un apoyo por hectárea a los productores que son propietarios o arriendan una superficie cultivada, benefició el mismo año a 2.7 millones de personas y contó con un presupuesto de 15 mil 272 millones de pesos, por lo que el apoyo promedio por productor alcanzó 5 mil 700 pesos.
Otro problema es que ciertos apoyos se siguieron aplicando durante 16 años cuando se suponía que iban a ser transitorios. En ese sentido, la decisión del gobierno federal de continuar por seis años más el Procampo cuando estaba previsto que acabara en 2008 es una señal de que los subsidios no han tenido el resultado esperado para el que fueron creados.
Como consecuencia, el presupuesto para el campo aumenta año con año, pero los resultados no se dejan ver, según Carlos Navarro. "El grueso de la población rural -estoy hablando de 25 millones de mexicanos- no mejora", manifiesta el diputado, "no mejora el ingreso, no mejora el empleo, no mejoran las condiciones en las que vive la gente en el campo".
"¿Por qué si hay tantos millones para el presupuesto rural la gente sigue igual de amolada?", se cuestiona el legislador, para responderse a sí mismo: "porque se benefician unos cuantos, los de arriba. Porque las reglas de operación que expide el Ejecutivo, que no es otra cosa que los requisitos, son muy complicados, muy engorrosos. Es mucha la tramitología y los campesinos batallan mucho para unos papeles y cuando llegan a la ventanilla ya la cerraron".

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Entrevistas con Alberto Cárdenas y Cruz López: Un tratado, dos visiones


Publicado en Enfoque - Reforma

Por Laurence Pantin


(16-Dic-2007).- El secretario del ramo, Alberto Cárdenas, afirma que los productores mexicanos están listos para la apertura prevista en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte el próximo 1o. de enero. Estima que lo más duro ya pasó, pues de más de mil 100 productos, solamente cuatro quedan por desgravarse. El funcionario defiende los resultados de los programas que se crearon para preparar el campo a la liberalización y rechaza que la negativa del gobierno a renegociar el TLCAN implique riesgos de inconformidad social como ocurrió en 2003.
En contraste, Cruz López, presidente de la Confederación Nacional Campesina -la organización priista de productores- afirma que la apertura del próximo año podría provocar serios problemas para colocar las cosechas nacionales de maíz y frijol. Cuestiona severamente las políticas públicas de apoyo a los productores, considerando que son insuficientes en comparación con los subsidios que reciben los norteamericanos, y critica en particular el Procampo, que su propio partido, el PRI, instrumentó cuando estaba en el poder. Advierte que su organización presionará al gobierno para que, más allá de renegociar el capítulo agropecuario del TLCAN, establezca un mecanismo de administración de importaciones y exportaciones.


Alberto Cárdenas: secretario de Agricultura


'No hay por qué alarmarse'


¿Qué se hizo para preparar al campo para la desaparición de aranceles en 2008?
México trae un proceso de desgravación cada vez más amplio, de tal forma que en esta fase mil 100 productos que tienen origen del campo ya tienen desgravación cero. Es decir, lo duro, lo fuerte, ya ha pasado. Un segundo punto es que a través del tiempo, México ha afinado estrategias y en este año hemos construido una serie de políticas públicas orientadas a la productividad, productividad y más productividad.

¿Qué es lo que no se hizo y se debió hacer para ser más exitosos?
Lo que no se hizo, sin duda alguna, es la productividad. Debimos haber acelerado las estrategias para elevar la productividad en muchos de los productos. En segundo lugar, los salarios de los trabajadores del campo. Debimos haber propiciado que hubiesen crecido. Aquí un promedio de 10 o 15 dólares es lo que gana al día un trabajador del campo, cuando en otros países es lo que se gana en una hora. La distribución de la riqueza de lo que se produce en el campo tampoco ha sido de las más justa y equitativa. Y un cuarto elemento es el medio ambiente: el campo mexicano fue muy agresivo con los ecosistemas de este país y eso lo debimos haber cuidado mucho más.

¿Qué se está haciendo para atender estos problemas pendientes?
Primero reconocerlos. Segundo, conocerlos más a fondo. Y tercero, no esquivarlos, enfrentarlos. Por ejemplo, uno de esos problemas es el medioambiental: ¿Qué estamos haciendo?: presupuestos, política pública, estrategias muy puntuales y esto es cómo debemos enfrentar las debilidades (sic), entrándoles de lleno.

En mayo declaraba, refiriéndose a la apertura: "Estamos en el campo listos para dar la batalla". ¿Por qué considera que estamos listos?
Porque tenemos fortalezas muy dignas de reconocerse. Tenemos organizaciones de productores muy fuertes. Somos de los países que ocupamos los primeros tres, cuatro lugares en el mundo en decenas de productos. Este año estamos creciendo a más del 7 por ciento en el ritmo de exportaciones, nos estaremos aproximando a los 15 mil millones de dólares de productos agroalimentarios. Es señal de que estamos ganando mercados en distintas partes del mundo.

Pero también se decidió continuar el Procampo seis años más de lo previsto, cuando supuestamente estaba diseñado para preparar esta apertura. ¿No es una señal de que no estamos totalmente listos?
El Procampo era un programa más para apoyar a la gente del campo, pero no era donde se centraba toda la estrategia del campo mexicano. ¿Por qué seis años más?, porque es uno de los subsidios menos regresivos que tiene el campo mexicano.
Además ningún país baja la guardia. Si vemos a los canadienses, a los americanos, a los europeos, vemos cómo los subsidios siguen creciendo. Entonces si es el único programa que tenemos que le llega a toda la gente del campo, no podríamos dar un paso atrás.

México nunca podrá dar tantos subsidios como los países más ricos. ¿No significa que deberíamos insistir más en luchar contra esos subsidios en otros países?
Eso se ha dado antes y ahora también. Ante la OMC, peleamos por menos subsidios de los países ricos, que nos abran más sus fronteras, para que no se subsidien tanto las exportaciones. Pero todos sabemos también cómo funcionan esas negociaciones en la OMC, que son muy largas y pocas veces dan frutos.

Y si el campo está listo, ¿por qué, en la coyuntura actual de alza de precios, se siguen dando tantos subsidios como antes?
Cuando nos asomamos a Estados Unidos se está hablando de un subsidio al campo de 100 mil millones de dólares y aquí estaremos varias decenas de veces más abajo. Por ese lado, cuando en mi Secretaría se sube a 700 millones de dólares de apoyos, no es absolutamente nada en comparación con los subsidios que se dan en los países ricos. No hay por qué alarmarse.

Pero más allá de los otros países, si aun cuando los precios están favorables a los productores se siguen dando subsidios, ¿cuándo podremos dejar de darlos?
Los subsidios no se repiten tal cual para los mismos conceptos. Si por esta vez tienes precios más atractivos para los productores de granos, no es así para el sector pecuario que es el que ahora tienes que subsidiar, sea por otro tipo de mecanismos, sean por fletes, por coberturas, por agriculturas por contratos, por pignoraciones.

Dijo que no se iba a renegociar el capítulo agropecuario del TLC, pero algunas organizaciones campesinas insisten en ello. ¿Podría generarse un problema social, como en 2003?
No lo creo. Me gustaría -y ya se los dije a todas las organizaciones- que nos dijeran en qué y cómo, y que se hubiese presentado un estudio o al menos una serie de planteamientos más precisos sobre qué renegociar. Me parece que no cabe una renegociación.

El Presidente dijo que los apoyos se iban a entregar con oportunidad. Pero en el caso del plan emergente para la leche los apoyos se dieron en octubre, cuando la apertura del sector ocurrirá en enero. ¿No es un problema?
Uno de los problemas que tenía el campo históricamente era el pago tardío de los dineros. Hoy no recuerdo ninguna visita del Presidente en donde le bloqueen carreteras porque los pagos no estén llegando al campo. Hoy los recursos del campo están llegando oportunamente. Estamos acercándonos a un 98 por ciento del ejercicio, antes del 1o. de diciembre, y ése es un salto histórico.
Si en el caso de la leche nos tardamos dos o tres meses en que el recurso llegara después de que se anunció, fue porque no se esperaba un disparo del precio mundial de la leche. Cuando entró la Sagarpa, tuvo que instrumentar un programa y reglas de operación cuando estaba tan delicado el tema. Entonces si tardamos dos meses en que el dinero llegara, a mí me parece muy normal.



Cruz López: presidente de la CNC


'Nos arruinaron, no nos estaban preparando'


¿Cuáles podrían ser los impactos de la desaparición de aranceles prevista para enero de 2008?
El principal impacto que vamos a tener nosotros es la dificultad para la colocación de nuestras cosechas. Tenemos un mercado interno que absorbe toda nuestra producción de azúcar. Entonces, el problema es sobre todo en maíz, frijol y leche. ¿Por qué razón? En el caso de maíz y frijol, estamos con la apertura total en materia de aranceles a partir de 1994, o sea, desde que empezó el TLCAN.
En 1994, los norteamericanos, los canadienses y nosotros teníamos el mismo nivel de apoyos directos a los productores y andaban más o menos en el orden del 18 por ciento de las utilidades de los productores. Lo que sucede es que empezaron a incrementar muy fuertemente el apoyo a sus productores. De manera individual, le dan a los productores del orden de 20 mil dólares anuales en promedio. Y en el caso nuestro, en el mejor de los casos, el productor recibe en apoyos directos del orden de 770 dólares.

El Procampo fue uno de los programas que se crearon para preparar al campo mexicano...
¡Esta historia la conozco perfectamente! Se canjearon los precios de garantía por el Procampo. Con el Procampo salimos perdiendo porque el Procampo era mucho menor que la certidumbre y el ingreso que nos daban los precios de garantía. Allí nos arruinaron, no nos estaban preparando. Aceptamos un mal canje. O sea, el Procampo déjalo por fuera porque no resolvió en aquella época ni resuelve en este momento nada.

Pero no hubo solamente el Procampo. Ahora hay más de 50 programas que tiene Sagarpa y muchos de ellos se crearon con la idea de preparar al campo a la apertura. ¿Dónde fue el problema entonces?
Es un problema de insuficiencia. Todos los apoyos que hemos recibido nos han permitido sólo mantenernos en términos reales con los apoyos que teníamos en aquella época. Estados Unidos crece en el apoyo a sus productores de un 19 por ciento a un 40 por ciento, mientras nosotros nos mantenemos en el 19 por ciento.
Y luego nos inventan esta esperanza inútil que se llama Ronda de Doha. Es para que los gobiernos mexicanos que actúan con una tremenda ingenuidad supongan que efectivamente los países desarrollados que han incrementado sus apoyos a sus productores ahora los van a reducir. Compara la Farm Bill actual de Estados Unidos con los apoyos que nosotros estamos recibiendo. Te vas a dar una idea muy clara de que los productores tanto canadienses como norteamericanos tienen todo para apropiarse de los mercados nacionales.

¿Por qué las organizaciones piden más subsidios acá en lugar de luchar contra los subsidios en Estados Unidos?
Las organizaciones campesinas hemos hecho lo que está en nuestras manos. De acuerdo con el derecho internacional de comercio que prevalece en este momento, quien nos representa en los paneles es el gobierno. Y el gobierno, a la hora que presenta su fundamentación de los casos, yo digo que en ocasiones hasta deliberadamente, lo hace con fallas. Y a final de cuentas, que recuerde, no se ha ganado ninguno de los casos que se han interpuesto.

¿No se puede ejercer presión sobre el gobierno para que no tenga tantas fallas a la hora de presentar sus casos?
Para hacer eso necesitamos la honda de David y pegarle en la cabeza una pedrada al Goliat. Pero el que maneja la honda y la dispara se llama gobierno federal y tiene muy mala puntería. Además, no tiene la disposición ni siquiera de apuntarle con la honda a los Estados Unidos. O sea, todas nuestras propuestas van en el sentido de presionar al gobierno mexicano.
¿Qué es lo que estamos proponiendo? Una adenda (apéndice) del Acuerdo Nacional para el Campo, un convenio de competitividad de las ramas de producción, un programa emergente de empleo en zonas expulsoras, y hemos hecho todo lo necesario para enmendar las propuestas de presupuesto totalmente fuera de compromiso con los productores nacionales que ha hecho el gobierno. Si hubieran aprobado los proyectos de presupuesto que mandó el gobierno federal en los últimos seis años, ahorita tendrías francamente una inconformidad social en el campo que difícilmente la hubiera podido detener el gobierno de México.

¿Y qué viene para el próximo año, más inconformidad?
Por supuesto que va a haber inconformidad. Porque aparte de eso, tenemos que presionar al gobierno para que se apruebe el mecanismo de administración de importaciones y exportaciones, que está en el Acuerdo Nacional para el Campo y está refrendado en al adenda que vamos a firmar. ¿Qué significa eso? Significa que si se acaba el TLCAN, porque ya no hay cupos, no estamos obligados a comprar lo que no necesitamos.

¿Esto no va en contra del TLC?
El TLC ya no existe. En materia agropecuaria, el TLC termina el 31 de diciembre y entramos a la apertura comercial total.

Pues por eso, si hay apertura comercial total, ¿controlar las importaciones no va en contra de esta apertura?
No, no, no. El mecanismo de administración de importaciones y exportaciones significa que nosotros no debemos de comprar lo que no necesitamos, porque además está en la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que está por encima del TLCAN. Y eso también está en todo el derecho que existe de comercio internacional y de la heredera del GATT, que es la OMC.



domingo, 25 de noviembre de 2007

Balance del primer año de gobierno de Felipe Calderón (empleo y política exterior)


Un año de altibajos: ¿Presidente del empleo?


Publicado en Enfoque - Reforma


Por Laurence Pantin


(25-Nov-2007).- El 1o. de diciembre del 2006, en el Auditorio Nacional, el presidente Felipe Calderón fijó las tres prioridades de su gobierno: seguridad, generación de empleos y combate a la pobreza. La lucha contra el narcotráfico acaparó los esfuerzos gubernamentales al arranque de la administración. Hoy, en el saldo hay decomisos históricos, extradiciones de grandes capos y algunos golpes a bandas locales, pero también una lista de más de 2 mil ejecutados y un consumo creciente de estupefacientes.
Presentarse como el "Presidente del empleo" pareció ser redituable para Felipe Calderón en campaña, pues una encuesta de Mitofsky realizada en abril de 2006 señalaba que el 42 por ciento de los entrevistados asociaba la palabra "empleo" con el candidato panista, mientras que solamente 21 por ciento de ellos identificaba a su rival perredista, Andrés Manuel López Obrador, con esa palabra. Sin embargo, a un año de tomar el poder, Calderón está lejos de cumplir sus promesas en la materia.
A lo largo de su campaña, el panista se comprometió a generar entre 1 y 1.2 millones de empleos cada año, la cantidad de puestos de trabajo necesaria para cubrir la llegada de jóvenes al mercado laboral. Sin embargo, el pasado 18 de octubre el Presidente se congratulaba por la creación de 825 mil empleos registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social de enero al 15 de octubre, al considerar que esta cifra es muy superior a los 600 mil nuevos empleos que las mejores previsiones estimaban podrían crearse a principio del año.
Algunos empresarios, como Armando Paredes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, objetaron que parte de esos 825 mil nuevos empleos no son plazas nuevas, sino puestos de trabajo que ya existían sin haber sido reportadas al IMSS.
De hecho, los niveles de desempleo no han bajado, pues el promedio de la tasa de desocupación en 2007 es de 3.75 por ciento de la población económicamente activa, un poco más alto que en 2006 (3.6 por ciento), de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Asimismo, el promedio de la tasa de subocupación -que corresponde a la población que manifiesta tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas de las que su ocupación actual le permite- fue de 7.26 por ciento en 2007, mientras que era de 6.92 por ciento en 2006.
El problema más grave, según Roberto Escalante, director de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, es que la mayoría de los empleos creados siguen siendo de baja calidad. Por ejemplo, el 54 por ciento de los nuevos empleos son eventuales y solamente 46 por ciento son permanentes. Además, el 55 por ciento de la población ocupada percibe menos de 5 mil pesos mensuales.
Por otra parte, los dos programas estrella de Calderón en materia de empleo no dieron los resultados esperados. El Programa de Primer Empleo, que consistía en dar hasta por 12 meses un subsidio de hasta 100 por ciento de las cuotas obrero-patronales que tendrían que pagar los patrones ante el Seguro Social por la contratación de trabajadores por primera vez, solamente fue aprovechado hasta el 1o. de octubre por 9 mil 76 empleadores, los cuales registraron a 11 mil 213 empleados. El resultado fue tan desalentador que el programa, que recibió una partida especial de 3 mil millones de pesos para 2007, ya no está contemplado en el Presupuesto de Egresos de la Federación del 2008.
En cuanto al Servicio Nacional de Empleo, que debía ayudar a los desempleados a encontrar un empleo, solamente pudo colocar a 364 mil trabajadores de los cerca de 1 millón 400 mil que llenaron una solicitud.
Según Escalante, la falta de generación de empleos se debe a la baja tasa de crecimiento de la economía nacional (poco más del 3 por ciento). "Para tener una creación de empleos realmente sustantiva y que desinflara esta masa de desempleados y sobre todo formalizara el trabajo de la gente, la economía mexicana tendría que crecer por lo menos al doble de lo que está creciendo.
"Y para eso hay que modificar la política económica, una política que realmente promueva la inversión, que desarrolle la infraestructura, que haya mecanismos de financiamiento realmente ágiles y baratos a la inversión, cosas que hasta el momento no ocurren", asegura.
En su discurso del 1o. de diciembre de 2006 en el Auditorio Nacional, el Presidente se proponía hacer del mercado interno el motor de crecimiento. Pero este propósito no se cumplió, lamenta Escalante, ya que este gobierno sigue apostando al crecimiento del sector externo de la economía, mientras la competitividad de las empresas mexicanas está empeorando, en parte por la sobrevaluación de la moneda nacional.
El economista considera que el Estado debe retomar su papel de animador de la actividad económica y adoptar una política industrial mucho más agresiva, que apoye a los productores mexicanos. Recomienda que el gobierno promueva una ley equivalente al "Buy American Act", que establecería que parte de las compras gubernamentales debe ser reservada a las empresas nacionales, en especial las pequeñas y medianas, como lo propuso la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).
Las perspectivas para el próximo año tampoco son muy alentadoras, según el académico, ya que la reforma fiscal aprobada solamente permitirá una ganancia tributaria adicional de 1.5 por ciento del PIB, muy lejos de lo que se necesita. También prevé que el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) sea trasladado a los consumidores, y por ende resulte desfavorable a la creación de empleos.



Llegó cortando cabezas

Ricardo lamenta que la primera medida de Felipe Calderón como presidente de la República consistiera en pedir la renuncia a cientos de empleados de Los Pinos. El hombre de 37 años, quien prefiere usar un seudónimo, fue uno de los despedidos y recuerda el sentimiento de impotencia que le invadió el no tener oportunidad de probar su desempeño en el cargo que ocupaba.
"Ese día, irónicamente dije: 'Llega el Presidente del empleo, y finalmente al lugar donde llega es el primero donde deja sin empleo a tantas personas'", se acuerda Ricardo, quien dice haber votado por Calderón por convicción personal.
"¿Por qué mentir?, ¿por qué decir que va a generar empleos cuando llega y corta cabezas a diestra y siniestra sin conocer a los trabajadores?", cuestiona.
Ricardo entró a laborar en el área de Comunicación Social de Presidencia en 1997, cuando Ernesto Zedillo era el inquilino de Los Pinos, y vivió la transición entre Zedillo y Vicente Fox en 2000. En ese momento, los que salieron de la dependencia fueron los funcionarios con más alta jerarquía (de director de área para arriba) y los demás se fueron por decisión propia. "Ahora que llegó Calderón, no hubo esa misma medición de puestos", asevera Ricardo, "hubo áreas en las que cortaron de tajo a todos y hubo áreas que no tocaron".
En 1997, Ricardo empezó por contrato de honorarios con un sueldo mensual de 5 mil pesos. Logró conseguir una plaza federal y casi 10 años después, cuando le pidieron su renuncia, era subdirector de área y ganaba 25 mil pesos. Ricardo, quien tardó siete meses en encontrar un nuevo empleo con un sueldo de 15 mil pesos, subraya que le gustaba su trabajo en el gobierno y que deseaba seguir en el mismo puesto.
"Cuando declaran ganador a Calderón, yo decía: 'Sí, voy a seguir laborando aquí, no hay ningún problema, es el mismo partido, se ha trabajado bien'", señala Ricardo.
No fue así. En diciembre de 2006, se estimó que con la llegada de Calderón y su equipo a Los Pinos cerca de mil 200 empleados tuvieron que presentar su renuncia.

Laurence Pantin



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Un año de altibajos: Reconstrucción y retroceso


Publicado en Enfoque - Reforma

Por Laurence Pantin


(25-Nov-2007).- El 1o. de diciembre del 2006, en el Auditorio Nacional, el presidente Felipe Calderón fijó las tres prioridades de su gobierno: seguridad, generación de empleos y combate a la pobreza. La lucha contra el narcotráfico acaparó los esfuerzos gubernamentales al arranque de la administración. Hoy, en el saldo hay decomisos históricos, extradiciones de grandes capos y algunos golpes a bandas locales, pero también una lista de más de 2 mil ejecutados y un consumo creciente de estupefacientes.


Pese a su poca visibilidad, la política exterior emprendida por Felipe Calderón ha tenido muy buenos resultados, estima Jorge Montaño, quien fuera embajador de México en Estados Unidos entre 1993 y 1995.
"Si nada más se piensa en qué estado de descomposición estaba la política exterior el 1o. de diciembre del 2006 y dónde estamos el día de hoy, me parece que está bien", expresa el también profesor de relaciones internacionales en el ITAM.
El viraje que dio Calderón se refleja en los viajes al extranjero que realizó el mandatario desde su toma de protesta. Para subrayar su voluntad de acercamiento con América Latina, la primera visita que efectuó como Presidente fue a Nicaragua. Su interés por nuestros vecinos del sur se confirmó posteriormente con viajes a El Salvador, a Guyana para participar en la XIX Cumbre del Grupo de Río y a Belice para la IX Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla. Recibió a los mandatarios de Centroamérica en la Cumbre del Plan Puebla Panamá, y a sus homólogos de Chile, Argentina y Brasil. Además, instruyó mejorar las relaciones con Venezuela y Cuba, en claro contraste con la política de su antecesor, Vicente Fox.
Montaño apunta que cultivar buenas relaciones con estos países es fundamental para México y asegura que la insistencia de Calderón en este aspecto ha sido sorprendente, pues las afiliaciones políticas de la mayor parte de los países de la región no coinciden con la del Presidente. "Está demostrando una política exterior muy pragmática y es el tipo de política exterior que se requiere en este momento en el mundo", añade.
Calderón realizó dos giras a Europa, en las que participó en el Foro Económico Mundial de Davos y en la Cumbre del G-8 más cinco; un viaje a Canadá para asistir a la Cumbre de Líderes de América Latina y una gira a Asia, en la que participó en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), además de visitar Nueva Zelanda y la India.
Aunque no fueron acompañados de declaraciones estrepitosas, todos esos desplazamientos e invitaciones permitieron a Calderón codearse con los mandatarios de numerosos países. "La diplomacia no ha logrado ser reemplazada por el internet ni por el correo electrónico, entonces es muy importante que los jefes de Estado convivan, se comuniquen", afirma el ex embajador.


Descuidos y tropiezos

Sin embargo, Montaño y otros especialistas -como el ex canciller Jorge Castañeda- consideran un error el descuido de la relación con Estados Unidos y especialmente de las comunidades de mexicanos radicadas en ese país.
Al cancelar en septiembre un viaje en el que iba a visitar comunidades mexicanas en Chicago y participar en la Asamblea General de la ONU, Calderón se convirtió en el primer Presidente en décadas que no visita EU en su primer año de gobierno.
El clima preelectoral en EU puede explicar que no haya sido posible compatibilizar las agendas de Bush y Calderón, sugiere Montaño. "Pero, desde afuera, siguen sin salirme las cuentas de por qué no se ha hecho a estas alturas ese viaje", apunta.
El ex embajador considera urgente que el Presidente tenga una nueva entrevista con Bush, ya que México va a desregular su mercado el próximo año conforme a lo establecido en el Tratado de Libre Comercio. "Eso va a tener efectos importantes en el campo mexicano", afirma, "creo que el presidente Bush tiene que oír al presidente mexicano".
Otro desacierto es la falta de comunicación. "Parece que el sello del gobierno es que él es el único vocero autorizado para dar a conocer lo que pasa en Tabasco y también qué pasó en Davos", critica Montaño, "desde el punto de vista internacional, la gente tiene la impresión de que no se hicieron las cosas, y a la hora que se ven los resultados, sin duda hay resultados muy importantes".
El experto pone como ejemplo la "Iniciativa Mérida", que fue mal comprendida porque mediáticamente fue mal vendida. Otro caso es que, en México, muchas personas ignoran que en este momento el país está coordinando la agenda del Grupo de los 5 (India, Sudáfrica, China, Brasil y México), para preparar la próxima Cumbre con el Grupo de los ocho países más desarrollados.
"La diplomacia debe ser discreta, pero eso no quiere decir que debe de ser una diplomacia oculta", asevera Montaño. "Es importante que se explique muy claramente los pasos que se están dando".
Las polémicas declaraciones del ex presidente Fox y del presidente del PAN, Manuel Espino, también contribuyeron a enturbiar la política exterior de Calderón. "Cuando el ex presidente Vicente Fox habla frente a CNN con mucha frecuencia, inmediatamente (los diplomáticos estadounidenses) nos preguntan si esto representa el punto de vista de Calderón. Y las alianzas que ha tendido el señor Espino con su organización de partidos (ODCA) también complica las cosas con muchos países que sienten que hay un activismo a lo mejor disfrazado, que genera malas lecturas", lamenta Montaño.



Calderón frente a sus homólogos

Felipe Calderón visitó 16 países en su primer año de gobierno. Estas giras lo han mantenido 28 días fuera del país. Al final, las contingencias lo han obligado a acortar o cancelar otros viajes.

8
Giras

2
Viajes cancelados

7
Visitas recibidas


Giras

· 10 de enero de 2007: Nicaragua.
· 16 de enero: El Salvador.
· 24-30 de enero: Alemania, Suiza (participación en el Foro Económico Mundial de Davos), Reino Unido, España.
· 2-3 de marzo: Guyana (participación en la 19 Cumbre del Grupo de Río).
· 2-9 de junio: Italia, Vaticano, Francia, Bélgica, Alemania, Dinamarca.
· 29-30 de junio: Belice (participación en la 9 Cumbre del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla).
· 19-21 de agosto: Canadá (participación en la Cumbre de Líderes de América del Norte).
· 6-11 de septiembre: Nueva Zelanda, Australia (participación en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico), India.


Viajes cancelados

· 23-26 de septiembre: Estados Unidos (participación en el 62 Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas).
· 6-10 de noviembre: Panamá, Colombia, Perú, Chile (participación en la 17 Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno).


Visitantes extranjeros

· 12-14 de marzo: George W. Bush, presidente de Estados Unidos.
· 19-20 de marzo: Michelle Bachelet, presidenta de Chile.
· 9-10 de abril: Cumbre del Plan Puebla-Panamá. Álvaro Uribe, presidente de Colombia; Óscar Berger, presidente de Guatemala; Manuel Zelaya, presidente de Honduras; Elías Antonio Saca, presidente de El Salvador; Martín Torrijos, presidente de Panamá; Óscar Arias, presidente de Costa Rica; Said Musa, primer ministro de Belice; y Jaime Morales, vicepresidente de Nicaragua.
· 27-28 de junio: Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.
· 16 de julio: José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno Español.
· 30 de julio: Néstor Kirchner, presidente de Argentina.
· 6 de agosto: Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil.



El gabinete viajero

Los miembros del gabinete han realizado más de 130 viajes en menos de un año de gobierno y 41 de ellos han sido a Estados Unidos. Sólo a petición expresa han elaborado algún reporte de sus actividades en dichos viajes y pocos de ellos informan sobre sus gastos.



Patricia Espinosa, secretaria de Relaciones Exteriores

· Giras: 29.
· Países visitados: Estados Unidos (5), Nicaragua (2), Ecuador, El Salvador, Alemania (2), Suiza (2), Reino Unido, España (2), Austria, República Eslovaca, Canadá (3), Guyana, Brasil, República Dominicana, Francia (2), Italia, Vaticano, Bélgica, Dinamarca, Belice, Jamaica, Nueva Zelanda, Australia, India, Chile (2), Perú y China.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Sobre los procesos electorales del 2007


Cierre electoral del año


Publicado en Enfoque - Reforma


Por Laurence Pantin


(11-Nov-2007).- Urnas y mamparas harán su última aparición del año hoy en cuatro estados. En Michoacán, según la última encuesta de Reforma, la pelea por la gubernatura está entre PRD y PAN. Pero en Puebla, Tlaxcala y Tamaulipas se espera que el PRI confirme la buena racha que ha tenido en 8 de las 10 entidades donde ha habido comicios este año.
Hoy, los 2.5 millones de electores michoacanos elegirán a un nuevo gobernador, además de 40 diputados (24 de mayoría relativa) y 113 alcaldes. En Tamaulipas, cuyo padrón electoral comprende 2.12 millones de ciudadanos, se renovarán 32 diputaciones (19 de mayoría relativa) y 43 presidencias municipales. En Puebla, los 3.5 millones de electores designarán a 41 diputados (26 de mayoría relativa) y 217 alcaldes. Y en Tlaxcala serán renovadas 32 diputaciones (19 de mayoría relativa) y 60 ayuntamientos; el padrón es de 739 mil ciudadanos. El PRI compite con posibilidades en muchas de las posiciones que estarán en juego, buscando cerrar con broche de oro el primer año de Beatriz Paredes como lideresa.
Sin contar los resultados en Zacatecas y Baja California, este año el tricolor puede presumir ya un reposicionamiento electoral, al mantener plazas o reconquistar posiciones que había perdido. En mayo, recuperó la gubernatura de Yucatán, y se llevó 10 de las 15 diputaciones de mayoría relativa. En julio conservó la mayoría de las diputaciones y de las alcaldías en Chihuahua, y ganó todos los distritos en Durango. Al mes siguiente repitió esta "hazaña" en Oaxaca.
En agosto el PRI arrebató al PAN la capital de Aguascalientes, así como la mayoría en el Congreso local. En septiembre se llevó 28 de los 30 distritos electorales y la mayoría de los municipios en Veracruz. En octubre se quedó con la mayoría de los ayuntamientos en Chiapas y llegó en segunda posición detrás del PRD en el Congreso local. También ganó la mayoría de los ayuntamientos en Oaxaca y en Sinaloa obtuvo 18 de las 24 diputaciones y 16 de los 18 ayuntamientos, destacando su triunfo sobre el PAN en Mazatlán.
El PAN y el PRD se vieron afectados por conflictos en torno a la selección de sus candidatos, lo que explica en parte las preferencias de algunos electores por el tricolor.
Este fenómeno también podría influenciar los resultados de las próximas elecciones en Puebla, Tamaulipas y Tlaxcala, donde las encuestas prevén victorias significativas para el PRI.
Y en Michoacán, aunque la gubernatura se jugará entre el PRD y el PAN, logró colarse en la competencia para el ayuntamiento de Morelia, donde su candidato Fausto Vallejo está empatado con el perredista Eloy Vargas, según la última encuesta de Mitofsky.


Michoacán

Las elecciones representan un duelo entre partidos políticos y entre familias. Además de definir si el PRD afianzará su bastión, se determinará si Michoacán es en definitiva de los Cárdenas o del presidente Felipe Calderón.
Los intentos por marcar su territorio en esta elección no faltaron tanto por parte del Presidente como por parte de los Cárdenas y contribuyeron a tensar el ambiente del proceso electoral.
Para la oposición, la intervención de Calderón en la campaña fue evidente. Primero, se reportó que impuso como candidato al ex alcalde de Morelia Salvador López -pese a su derrota contra Lázaro Cárdenas Batel en 2001- sobre el diputado Benigno Quezada. Una vez escogido su gallo, el mandatario aprovechó una gira a Michoacán el 7 de octubre para prometer obras de infraestructura y el reforzamiento de la presencia militar en la entidad, en violación a la legislación estatal que prohíbe la difusión de acciones gubernamentales durante el proceso electoral. Dos días después, el PRD interpuso una queja ante el Instituto Electoral de Michoacán por la presunta intromisión.
Del otro lado, el aspirante a la candidatura por el PRD apoyado originalmente por los Cárdenas, Enrique Bautista, quien fungiera como secretario de Gobierno de Cárdenas Batel, perdió la contienda interna contra Leonel Godoy, ex presidente nacional del partido y allegado a Andrés Manuel López Obrador. Pese a esto, Cuauhtémoc Cárdenas prometió apoyar a Godoy y comenzó a participar en su campaña. Las pugnas internas en torno a la próxima renovación de la dirigencia del partido y las declaraciones de los Cárdenas sobre la necesidad de reconocer el gobierno de Calderón y de trabajar con él marcaron la campaña de Godoy. Sin embargo, la última encuesta de Reforma señala un repunte del candidato perredista, que tendría una ventaja de más de 5 puntos. Su triunfo evitaría que una derrota fuese interpretada como un fracaso del gobernador saliente.
El proceso electoral fue empañado por la fuerte presencia del narcotráfico en la entidad. Desde principio del año, las ejecuciones presuntamente vinculadas con el crimen organizado han sumado más de 215. Además, dos candidatos a presidencias municipales se retiraron de la contienda después de recibir amenazas de muerte. Un aspirante al Congreso del estado, el perredista Antonio Cruz Lucatero, fue señalado por la prensa por sus vínculos con posibles narcomenudistas, mientras que el candidato a la presidencia municipal de Tepalcatepec por el PRI, Juan Farías, fue identificado como el hermano de un presunto líder del Cartel de Sinaloa.


Tamaulipas

Entre amenazas y ataques votarán los tamaulipecos. Si bien el proceso electoral no debería conllevar grandes sorpresas en cuanto a sus resultados, ya que se pronostica que el PRI arrase nuevamente, el narcotráfico ha logrado imponer su sello en las campañas.
El PRI podría llevarse el "carro completo" según las encuestas de Parametría y Mitofsky. Podría ganar los 19 distritos de mayoría relativa, y 40 de las 43 alcaldías. Los sondeos le anticipan triunfos con 10 a 25 puntos de ventaja en los seis principales municipios: Ciudad Victoria, Reynosa, Tampico, Altamira, Ciudad Madero y Matamoros.
Esta aparente tranquilidad esconde una realidad mucho más cruda. Este año, 66 personas han sido ejecutadas en la entidad en asesinatos vinculados con el crimen organizado, y candidatos panistas denunciaron haber sido víctimas de secuestros, amenazas y asaltos por parte de sicarios.
Después de ser amenazados de muerte por el crimen organizado, los candidatos del PAN a las presidencias municipales de Mier y Nuevo Guerrero, Zenón García y Carlos Flores, respectivamente, decidieron abandonar la contienda. Gerardo Peña, aspirante a la alcaldía de Reynosa por el PAN, fue secuestrado por sujetos que le exigieron renunciar a su candidatura, pero decidió seguir compitiendo. También fue baleado el cuartel de campaña de los candidatos panistas en Tampico.
Los dirigentes estatales del PAN acusaron a algunos priistas de tener nexos son narcotraficantes e incluso interpusieron una denuncia ante la PGR contra el candidato del PRI a la presidencia municipal de Reynosa, Oscar Luebbert, y su coordinador de campaña, Rubén Galván, por supuestos vínculos con el narcotráfico. También denunciaron al gobernador, Eugenio Hernández, por desviar fondos del gobierno del estado a favor de los candidatos del tricolor.
Hace dos semanas el Consejo Municipal Electoral de Tampico también fue atacado y los asaltantes robaron computadores y documentos, pero no tocaron el material electoral, cuya compra presentó irregularidades, según una investigación de Reforma. Al parecer, la empresa Diseño, Reconstrucción y Comunicaciones, S.A. de C.V. vendió el paquete de materiales electorales seis veces más caro en Tamaulipas que en Puebla o Michoacán.


Puebla

Los años se siguen pero no se parecen. Mientras en el 2006, los poblanos votaron en clara reprobación a Mario Marín, parece que el escándalo del góber precioso podría no afectar al PRI en los comicios de hoy.
En las elecciones federales de 2006, las primeras después de la difusión de la grabación telefónica entre Kamel Nacif y el góber precioso, los poblanos demostraron su censura a Mario Marín al votar masivamente en contra del PRI. En esa ocasión, el PAN se llevó 12 de los 16 distritos competidos y el PRI quedó como tercera fuerza política en la entidad detrás de la coalición Por el Bien de Todos.
Hasta hace dos meses, parecía que el mismo escenario se iba a repetir, ya que las encuestas daban la victoria al PAN en 16 de los 26 distritos y para la alcaldía de Puebla, con 12 puntos de ventaja sobre la candidata priista.
Sin embargo, el panorama cambió radicalmente, pues los sondeos del Centro de Investigación sobre Opinión de la Universidad Autónoma de Puebla y de Mitofsky indican una recuperación del PRI, que podría ganar 22 de los 26 distritos y llevaría la delantera para la presidencia municipal de la capital del estado, con una diferencia de 10 a 20 puntos sobre el panista.
Este cambio se debe a algunos aciertos del PRI y errores del PAN. Por un lado, la dirigencia nacional del PRI escogió como candidata para la alcaldía de Puebla a la subsecretaria estatal de Desarrollo Social, Blanca Alcalá, que se vincula al grupo político del ex gobernador Manuel Bartlett más que a los incondicionales del actual gobernador.
La candidata ha apostado por explotar su género, lo que resultó una estrategia exitosa frente a ciertos comentarios de su contrincante panista, Antonio Sánchez Díaz, que han sido calificados como misóginos.
El también ex dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana logró ser postulado por el PAN, pese a obtener menos preferencias entre los votantes no panistas que su rival, la ex secretaria de Desarrollo Social, Ana Teresa Aranda. Pero allí se acabó su suerte.
A pesar de contar originalmente con un amplio margen de ventaja sobre Alcalá, el candidato panista perdió muchos apoyos cuando manifestó sus intenciones de competir para gobernador de la entidad en 2010, lo cual implicaría dejar el ayuntamiento un año antes del final del mandato.
Frente a su caída en la capital y en otros municipios, el PAN volvió a dirigir su campaña contra el gobernador, quien tiene un interés especial en conservar la mayoría en el Congreso local ya que éste tiene la facultad de llevarlo a juicio político.
Los panistas interpusieron quejas por delitos electorales y acusaron a Marín de desviar recursos públicos a favor de los candidatos priistas. También presentaron el video de una reunión de funcionarios poblanos con un candidato del PRI a diputado local.
Así, los comicios transcurrirán entre exhortos del Congreso para que el gobernador no desvíe recursos y amenazas de reactivarle el juicio político.
Estas elecciones también reflejan otro factor que estuvo en juego en las elecciones celebradas en el 2007: la irrupción del partido del magisterio, Nueva Alianza, y de "la maestra" Elba Esther Gordillo en los escenarios electorales locales. Aunque ha jugado como aliado del PAN en casi todos los comicios, en la capital de Puebla presenta a su propio candidato: el ex futbolista y ex diputado panista Roberto Ruiz Esparza.


Tlaxcala

El PRI también es favorito en el proceso electoral de Tlaxcala, donde podría retomar la ventaja sobre el PAN, después de quedar en tercera posición en las elecciones federales de 2006.
La tierra de la actual dirigente del PRI, Beatriz Paredes, ex gobernadora de la entidad, es un peculiar ejemplo de alternancia política, pues ha cambiado de partido pero siempre con personajes surgidos de las filas tricolores. En 1998, el PRD ganó la gubernatura del estado, con su candidato Alfonso Sánchez Anaya, quien se afilió al partido del sol azteca cuando no obtuvo la candidatura del tricolor para el cargo.
En las elecciones locales de 2004, el PRD obtuvo 20 alcaldías y 10 diputaciones, pero perdió la gubernatura al postular a la esposa de Sánchez Anaya, Maricarmen Ramírez, quien hizo campaña sin el apoyo del partido.
En esos comicios, el PAN se llevó la gubernatura con una ventaja de un solo punto porcentual sobre el PRI, postulando al ex priista Héctor Ortiz Ortiz. El blanquiazul solamente obtuvo seis de 60 presidencias municipales y seis de 32 diputaciones locales. Por su parte, el PRI ganó 22 ayuntamientos y 10 diputaciones.
En 2006, los electores del estado prefirieron al candidato del PRD a la Presidencia aunque favorecieron a los candidatos a diputados por el PAN.
Las campañas de este año fueron marcadas por las denuncias de los candidatos del PRI y del PRD contra el gobernador de la entidad, por promocionar acciones de gobierno durante la campaña, y contra el PAN, por repartir despensas con propaganda electoral.

Entrevista a Jorge G. Castañeda sobre su libro Ex Mex


Entrevista con Jorge G. Castañeda: 'Calderón ha deshecho muchísimo'


Publicado en Enfoque - Reforma


Por Laurence Pantin



(11-Nov-2007).- La enchilada completa sigue quitándole el sueño a Jorge G. Castañeda. Con su último libro Ex Mex: From Migrants to Immigrants, el ex secretario de Relaciones Exteriores pretende incidir en el debate migratorio en Estados Unidos y llenar el vacío que dejó el gobierno de Felipe Calderón en esta materia.
En entrevista con Enfoque, el ahora profesor de ciencia política y estudios latinoamericanos y del Caribe en la Universidad de Nueva York reconoce que fracasó el intento del gobierno de Vicente Fox y del presidente George W. Bush para conseguir una reforma migratoria integral que no sólo consistiera en un programa para trabajadores temporales, sino que también diera una posibilidad de permanencia a los indocumentados ya presentes en Estados Unidos. Sin embargo, insiste en que era la mejor opción para México y que la negociación con Estados Unidos habría dado resultados si no fuera por los atentados del 11 de septiembre del 2001. Incluso después de los ataques terroristas, está convencido de que Bush pudo lograr que el Congreso de su país votara una reforma, si no hubiera esperado tanto para presentarla.
Castañeda lamenta que la postura de Calderón en materia de relaciones exteriores esté enfocada más a América Latina y sugiere comparar los millones de mexicanos que radican en Estados Unidos con los que habitan en los países que sí ha visitado el Presidente.


¿Fue usted una víctima del 9/11?

Para empezar, si hubo víctimas, los primeros fueron los que murieron. Y en segundo lugar, habrán sido los mexicanos para los cuales ya no fue posible llegar a ese acuerdo (migratorio). Incluso pueden verlo en la reseña que el New York Times hace del libro de Fox. Vuelven a insistir en lo que todo el mundo sabía: estábamos muy cerca de un acuerdo que se cae por el 11 de septiembre. Y eso es lo que demuestra también el memorándum de Powell y es lo que demuestran todos los documentos que están citados en el libro. Entonces, víctimas, hubo muchas.
Segundo, obviamente para los adversarios del acuerdo, el 11 de septiembre fue un muy buen pretexto, mientras que para los partidarios de un acuerdo fue un revés. Ahora sabemos que la tesis de Bush de dejar para después ya sea el acuerdo, ya sea la reforma -y también trato de demostrar en el libro con documentos públicos y reservados que no hay reforma sin acuerdo- fue un error gravísimo porque cuando finalmente se puso a tratar de hacerlo, primero en el 2006 con mayoría y luego en 2007 sin mayoría, en ambos casos no pudo. ¿Qué hubiera pasado?, se lo he preguntado a mucha gente cerca del gobierno en Estados Unidos, si Bush manda a mediados de 2002 un paquete al Congreso diciendo: "éste es un acuerdo al que llegamos con México; es un acuerdo necesario para la seguridad de Estados Unidos, seguridad interna y seguridad de las fronteras. Para apoyar a México, aprueben esto". Es muy probable que se hubiera aprobado. Bush tenía en ese momento niveles de popularidad altísimos. A final del 2002, obtuvo una mayoría republicana en el Senado, pero los demócratas estaban a favor. De que se hubiera podido, sí se hubiera podido.


¿Es por eso que usted dice en su libro que, después del 9/11, el debate no cambió mucho, sino que fue el clima de la negociación lo que cambió, aunque no se sabe si para mejor o para peor?

En parte, y en parte porque se llegó en junio de este año a una reforma que estuvo a un voto de ser aprobada. Porque sólo obtuvo 45 o 46 votos, pero en realidad, tenía 58-59. Cuando ya se dieron cuenta muchos demócratas y republicanos que no iba a pasar, entonces prefirieron votar en contra ya que su voto no era decisivo para aprobarla. A pesar de todo esto, faltó un voto. Es un desastre, pero tampoco se estuvo tan lejos.


Pero la visión desde aquí es que no nos quedamos ni con la salsa de la enchilada, porque lo único que se logró es el muro y algunas leyes estatales muy desfavorables a los indocumentados...

Ése es un argumento de gente tonta. No es que eso pasó porque se buscó el acuerdo o se buscó la reforma. Es al revés. Se buscó el acuerdo primero y después la reforma para evitar el muro, la discriminación y las deportaciones. Eso que iba a pasar, lo escribí hace 10 años. Por eso, se buscó todo esto, es decir, no es que en lugar de una cosa vino la otra. En segundo lugar, es más importante subrayar que hoy queda absolutamente comprobado que, o es la enchilada completa, o no es nada, y lo volvieron a decir todos los candidatos demócratas. Ellos le llaman hoy a la enchilada completa "comprehensive immigration reform". Tan no se puede hacer por pedacitos que ni el Dream Act se ha aprobado. Es una ley para los jóvenes que están en la preparatoria que no tienen papeles y que buscaba legalizarlos al terminar ellos la prepa y al trabajar dos años o entrar al Ejército dos años. Fue derrotado hace dos semanas. El AgJobs Bill, para los trabajadores agrícolas, que presentaron hace un mes, también fue derrotado. Es decir, o es comprehensive immigration reform -que en buen castellano se traduce "enchilada completa"-, o no es. Pero la otra tesis de que en lugar de una cosa se consiguió lo otro, ¡no! Se buscó el acuerdo y la reforma para evitar el muro, porque a todo el mundo se le olvida que el muro lo empieza Clinton en Rosarito, en playas de Tijuana, en Otay en 1996.


Pero, ¿cuál sería su responsabilidad en esto?

Es un fracaso mío, de Fox, de Bush, de Kennedy, del cardenal Mahony, de McCain, de Derbez, de Powell. O sea, somos muchos en la canasta de los autores del fracaso. Por un lado, siento muy cómodo estar en esta compañía, pero por el otro, hay que reconocer que fue un fracaso. Lo que hay que subrayar no es si fue o no un fracaso, eso es evidente. Es si fue correcto intentarlo, eso es, si correspondía y corresponde a los intereses de México -y por cierto, también de Estados Unidos- el haberlo buscado. Mi respuesta es que sí. Puede haber algunos que digan que no. Pero, de la misma manera que en Estados Unidos a los adversarios de esto se les pregunta a cada rato: "Entonces, ¿qué quieren hacer? ¿Quieren deportarlos a todos? ¿Quieren fusilarlos?", yo preguntaría en México: "Si esto fue un error, si no se debió haber intentado, entonces, ¿qué había que hacer? ¿Nada?".
Otra cosa que se demuestra en el libro con documentos, para todos los ignorantes y tontos que no hacen su tarea y que decían que no se entendió ni en el gobierno de Estados Unidos ni en el de México que había que cambiar de estrategia el 11 de septiembre, es cómo de inmediato buscamos incorporar el tema de la seguridad, desde un mes después. Y a los americanos no les interesó, como hasta la fecha no les interesa mucho, porque si les interesara mucho pondrían algo más que 460 millones de dólares a la más bien disfrazada como ayuda contra el narco y en condiciones de mucha dificultad de aprobación.


Pero algunos opinan que más bien parece que usted quiere ayudar a Estados Unidos, con esto de incluir el tema de la seguridad en las negociaciones.

Hay algo de cierto en eso. Es decir, México buscó incorporar el tema de seguridad. Ya había sido tocado muchas veces, no lo inventamos, pero después del 11 de septiembre, obviamente, era un tema más álgido. Efectivamente se tomó esa iniciativa. Primero, Estados Unidos negoció un acuerdo de fronteras seguras con Canadá y después lo negoció con México. Aclaro en el libro que esa negociación la hicieron Creel y Medina Mora. Nosotros decidimos no participar en ella porque no podíamos encabezarla y no queríamos avalar una negociación que no manejábamos, que es una postura que siempre tuve en Relaciones Exteriores. Que lo haga Gobernación sola, y entonces Gobernación es responsable de ese acuerdo, el de Monterrey, el de los 22 puntos. Pero es cierto que nosotros tomamos esa iniciativa.


Pero, como le decía, no significó ayudar más a Estados Unidos que a México...

No ayuda más ni menos. Ayuda a ambos. En primer lugar, los riesgos de seguridad para Estados Unidos son riesgos también para México. En segundo lugar, o somos sus vecinos, somos sus aliados, somos sus amigos, o no lo somos. En tercer lugar, efectivamente, sin que fuera una cosa a cambio de la otra, esperábamos una reacción más positiva de ellos. No se puede criticar "por qué no incluimos el tema de seguridad" y también criticar "por qué lo incluimos". ¿Cuál de las dos?


Pero quienes reprochan una cosa y la otra no son los mismos...

Creo más bien que son los mismos y que quieren criticar a toda costa. Ahorita es evidente que el tema de seguridad era imposible de disociar de la relación de México y Estados Unidos. Al contrario, creo que hicimos bien. En eso Creel y Medina Mora hicieron un muy buen trabajo de adelantarse. Y, en efecto, no hubo la respuesta de Estados Unidos que hubiéramos deseado, porque Bush cometió el mismo error. Es un solo error: "Voy a hacer esto después". Cuando llegó el después, ya no pudo. Es el mismo error a propósito de la seguridad, a propósito de Iraq, a propósito de todo. El después nunca llegó.


¿Por qué escribió este libro en inglés?

Porque es un debate americano, no es un debate mexicano. A mí me interesa incidir en el debate dentro de Estados Unidos. En México no hay debate sobre esto, básicamente porque más bien estamos de acuerdo. El debate es en Estados Unidos. A mí me interesa dar la pelea en Estados Unidos.


Pero las críticas que se han dado a su actuación demuestran que también hay debate en México...

No, a mí no me interesan las críticas, me dan totalmente lo mismo. Estoy viendo hacia futuro y a mí lo que me interesa es participar en el debate donde se está dando, donde importa.


Entonces, ¿no se va a traducir al español su libro?

No, no tengo ningún proyecto de traducción al español.


Algunos podrían decir que usted trata de opinar sobre el tema sin que aquí se entere la gente.

No, no es ni una cosa ni la otra. Es un libro escrito para norteamericanos. Otros libros que he escrito han sido escritos para mexicanos. Un libro que sacaré dentro de algunas semanas va a ser escrito para México, no va a salir en Estados Unidos.


¿Está intentando lograr lo que no logró como secretario de Relaciones Exteriores?

No es lograr lo que no se logró. Es seguir en la misma lucha, como he seguido desde hace cuatro años que salí. Cada vez que tengo la posibilidad de intervenir en el debate en Estados Unidos, lo hago.


Este libro es también una manera de explicar lo que hizo como secretario de Relaciones Exteriores, pero ¿por qué centrarse únicamente en el tema de la inmigración?

Porque las otras partes, quizás, van a estar en otro libro. Es un libro sobre migración, para un público norteamericano, para incidir en el debate, en un momento en que las comunidades están viéndose especialmente agredidas, hostigadas, en un momento especialmente delicado, donde ante la enorme ausencia del gobierno de Calderón -gritan mucho en México, pero aquí no- alguien lo tiene que hacer. Lo hago con las posibilidades que tengo, que son escribir libros y promoverlos.


Cuando dejó la Secretaría, pareció que lo único que le interesó fue el acuerdo migratorio. ¿Por qué?

Porque me parecía y me sigue pareciendo el tema más importante del interés nacional mexicano en el exterior. Sé que a otros les gustan más las canciones rancheras, cantarlas con Evo Morales y con Chávez. Está bien, cada quien tiene sus opiniones. Mi opinión es que la situación de los 14 millones de mexicanos en Estados Unidos es el tema más importante de la política exterior.


En su libro dice que la migración y la estabilidad económica han contribuido a crear una nueva clase media mexicana. ¿Es también por eso que puso tanto énfasis en el tema migratorio?

No es por esa razón. Ésa es una consecuencia, más que una razón. Es decir, pienso -y The Economist ha dicho lo mismo- que estos últimos 12 años de estabilidad, cinco de Zedillo, seis de Fox y uno de Calderón, sin crisis, sin inflación, con bajas tasas de interés, han expandido la clase media mexica- na muy significativamente, han reducido la pobreza muy significativamente. La migración es uno de esos factores; a mí no me parece un factor negativo. Cuando dicen: "Es que la pobreza se ha reducido por las remesas". Pues, a mí me interesa que se reduzca. Si es por obra de las remesas o por obra del Espíritu Santo, me da más o menos lo mismo.


Una de las cosas que dijo Calderón es que quería "desmigratizar" la relación con Estados Unidos. ¿Qué opina sobre esto?

En primer lugar, ha sido un poco errático. Primero dijo que la quería "desmigratizar", luego la "remigratizó" porque de lo único que habla en relación con Estados Unidos es de eso, constantemente en sus discursos, y lo aplauden y todo. Luego, alguien dijo, bastante desafortunadamente, que había que "desmexicanizar" el tema migratorio. Bueno, todo el libro muestra por qué eso es imposible. ¿Por qué? Porque 60 o 70 por ciento de los migrantes sin papeles son mexicanos. Va a ser bastante difícil "desmexicanizarlo". Luego Calderón quería venir a visitar las comunidades; canceló el viaje. Probablemente, a menos de que algo cambie en un mes, cosa que dudo, va a ser el primer Presidente en 30 o 40 años que en su primer año no viaje a Estados Unidos ni a Nueva York ni a Washington ni a las comunidades. Es una postura para mí un poco errática, que no comprendo muy bien. Entiendo que lo más importante para Calderón es ser distinto a Fox. Eso es su brújula fundamental, pero el problema es que no está el gobierno descendiendo a las comunidades ante la embestida más fuerte contra ellas desde los años cincuenta. Si eso es bueno o malo, cada quien saca sus conclusiones. Para mí eso es más importante que Chávez o Evo Morales, o la retórica de las hermanas repúblicas. Pero entiendo que para otros es más importante ser amigo de los cubanos que ser amigo de los mexicanos en Estados Unidos. Cada quien escoge.


¿Teme que Calderón vaya a deshacer lo que usted procuró hacer?

Ha deshecho muchísimo. Otra vez les estamos haciendo el trabajo sucio a los cubanos en Naciones Unidas. Eso es una realidad. Espero que eso cambie, pero por el momento ya es. En efecto, han tratado de darle menor importancia al tema migratorio, al grado que el presidente Calderón no ha venido a Estados Unidos. No sé cuántos mexicanos hay a donde va, pero tengo la impresión de que hay más en Estados Unidos. Siempre he sido muy partidario de que el que hace la política exterior es el Presidente. A él le elegimos y tiene todo el derecho de cambiar la política exterior como él quiera. Yo tengo todo el derecho de no estar de acuerdo.


¿Qué opina de la situación actual en relación con la reforma migratoria en Estados Unidos?

Está pospuesta por lo menos hasta 2009. Pero entre tanto se han vuelto realidad las concesiones que Bush hizo a la derecha para lograr la reforma, pero sin la reforma. Entonces, es el peor de los mundos posibles, porque Bush lo hizo mal y quizás porque también, ya el último año con Fox y obviamente el primer año con Calderón, México decidió no participar en el debate. Que porque Bush lo pidió, sí, Bush lo pidió. Pero Bush pidió muchas cosas, y algunas se le dijeron que sí, y otras se le dijeron que no. Y en ésta se le dijo que sí y quizás fue un error haberle dicho que sí.


El libro es un intento de hacer esto justamente, participar en el debate...

A mi muy modesta escala. Ahora soy un ciudadano mexicano común y corriente en Estados Unidos, profesor universitario sin mayor pretensión que eso, que lo que puedo hacer es escribir libros y promoverlos, punto. No puedo hacer más que eso. Si el gobierno no lo quiere hacer, pues ni modo, deja un vacío. Obviamente, el vacío a mí me conviene. Menos están presentes ellos, más estoy presente yo.


Conózcalo

Título: Ex Mex: From Migrants to Immigrants.
Autor: Jorge G. Castañeda.
Editorial: The New Press.
Año: 2007.
Para conseguirlo en México: www.thenewpress.com o http://www.amazon.com/
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Powell apoyó la 'enchilada completa'
Publicado en Enfoque - Reforma
Por Laurence Pantin
(11-Nov-2007).- En un memorándum que Colin Powell dirigió al presidente George W. Bush poco antes de los atentados del 11 de septiembre del 2001, el entonces secretario de Estado abogaba por una solución integral (comprehensive) al problema de los indocumentados mexicanos en Estados Unidos, que les hubiera ofrecido la posibilidad de permanecer en el país.
El documento, del cual Jorge G. Castañeda obtuvo una copia hace cinco años, no era clasificado, pero nunca había sido divulgado antes. Aunque viene sin fecha, el mismo texto deja entender que Powell lo elaboró después de un encuentro que sostuvo con los secretarios de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda, y de Gobernación, Santiago Creel, en preparación de la visita oficial de Vicente Fox a Estados Unidos del 5 al 7 de septiembre de 2001.
Este "memo" demuestra que si bien para esas fechas existía la intención de ofrecer a México un programa de trabajadores temporales, Powell intentó convencer a Bush de la necesidad de una reforma migratoria integral que, además de regular la entrada de mano de obra mexicana a Estados Unidos, propondría una solución a los trabajadores mexicanos indocumentados ya presentes en el territorio.
Mientras que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos establece límites al número de personas que pueden ingresar legalmente al país y prevé cuotas de visas según el país de origen, la propuesta de Powell consistía en eliminar el sistema de cuotas para los países fronterizos de Estados Unidos (México y Canadá).
Con esta medida, los aspirantes mexicanos y canadienses a ingresar a Estados Unidos debían cumplir con ciertos requisitos personales para obtener una visa, pero el obtenerla no dependía del tope al número de visas ya expedidas ese año.
Esta proposición no perjudicaba a otros países, según Powell, ya que éstos se hubieran beneficiado de la cantidad de visas entonces consumidas por ciudadanos mexicanos y canadienses.
En el memo, Powell también reconocía la importancia de la mano de obra mexicana en Estados Unidos, ya que identificaba la necesidad de asegurar el suministro de trabajadores a los empleadores estadounidenses enfrentando escasez de mano de obra nacional. Según el secretario de Estado, un programa de trabajadores temporales que no prevenía también la posibilidad de permanecer en Estados Unidos para los trabajadores indocumentados mexicanos ya establecidos en el país estaba destinado al fracaso, porque estos últimos no encontrarían atractivo un programa temporal.
Además, para garantizar el suficiente apoyo político al proyecto de reforma migratoria, Powell subrayaba la necesidad de contar con el aval de los grupos interesados en el tema (ONG, organizaciones étnicas, sindicatos y organismos empresariales). Preveía que éste no se conseguiría si la propuesta no incluía una respuesta integral al problema de los inmigrantes en situación ilegal.
Powell también intuía que la capacidad de Vicente Fox para cooperar con Estados Unidos sobre otros temas -como son la energía, la repartición del agua con Texas, el combate al narcotráfico, el comercio y la regulación de la migración ilegal- dependía directamente de la cooperación de su país en el tema de la regularización de los indocumentados mexicanos en su territorio.


Por escrito

Powell alertó a Bush sobre los beneficios de un acuerdo integral con México en materia migratoria.

domingo, 21 de octubre de 2007

Sobre el modo de selección de los consejeros del IFE


El Congreso no puede fallar


Publicado en Enfoque - Reforma


Por Laurence Pantin


(21-Oct-2007).-


"Hay que romper totalmente con los estilos y las prácticas del corporativismo. Cualquier ciudadano debería poder autoproponerse o proponer a otro".
John Ackerman


"Que el candidato a consejero no esté comprometido políticamente con ningún partido, pero que haya demostrado su compromiso con la democracia".
Jorge Carpizo


"La designación de los consejeros en 2003 mostró los graves inconvenientes de una consulta reservada a los partidos sin que ni siquiera los propios diputados conocieran los pormenores de la selección".
Miguel Ángel Granados Chapa


"Por ética y conveniencia propia, es mejor que privilegien los antecedentes de imparcialidad de los consejeros, más que su presunta simpatía o antipatía respecto del partido A o B".
Eduardo R. Huchim May


"El mecanismo ideal para seleccionar a los consejeros del IFE únicamente existe en el reino, efectivamente, de lo ideal".
Lorenzo Meyer


La Cámara de Diputados está a punto de iniciar el proceso de designación del consejero presidente y de dos consejeros del Instituto Federal Electoral, conforme a lo acordado en la reforma constitucional en materia electoral.
La reforma prevé que, en un plazo no mayor a 30 días naturales después de su publicación, los consejeros sean elegidos "por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados, a propuesta de los grupos parlamentarios, previa realización de una amplia consulta a la sociedad". Sin embargo, la falta de precisión del enunciado deja mucho margen a los legisladores para escoger el método de selección de los consejeros electorales.
Consultados por Enfoque, cinco especialistas hablan sobre el mecanismo ideal para nombrar a los nuevos consejeros del IFE: John Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y autor de Organismos autónomos y democracia: el caso de México; Jorge Carpizo, experto en derecho constitucional del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, quien como secretario de Gobernación presidió el IFE en 1994; Miguel Ángel Granados Chapa, periodista y consejero ciudadano del IFE entre 1994 y 1996; Eduardo Huchim May, ex consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal, y Lorenzo Meyer, historiador e investigador de El Colegio de México.
Los expertos proponen fórmulas para evitar una nueva crisis como la ocurrida en el proceso electoral del año pasado, con un IFE que en el 2003 fue renovado sin los votos del PRD y en medio de suspicacias.
Urgen a que el proceso de selección sea transparente y sugieren que los candidatos comparezcan en audiencias públicas, de preferencia transmitidas por el Canal del Congreso. También subrayan la importancia de que los consejeros sean escogidos por su conocimiento y trayectoria profesional, y no por sus compromisos políticos, pero también estiman que los partidos deben buscar un consenso a la hora de determinar quién jugará el papel de árbitro en las próximas elecciones federales.


¿Cuál es el mecanismo ideal para seleccionar a los nuevos consejeros electorales?

John Ackerman

La crisis electoral que vivimos en 2006 fue principalmente responsabilidad de los individuos que estuvieron a cargo de las instituciones electorales, tanto del IFE, como del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, como de la Fiscalía Especial para los Delitos Electorales. No le resto de ninguna manera importancia a la reforma electoral, es histórica y fundamental. Sin embargo, si bien la crisis del año pasado fue en parte por lagunas en la ley, el principal problema fue el desempeño deficiente de nuestras instituciones. Por lo tanto, el cumplimiento de la nueva legislación dependerá de la creatividad, el arrojo, la valentía y el compromiso de las personas a cargo de las instituciones electorales.
Hay un detalle importante con respecto al nombramiento de los primeros tres consejeros nuevos. Se requiere que la nueva ley esté aprobada dentro de 30 días y también el nombramiento de los consejeros. Entonces, estrictamente hablando, los primeros tres consejeros no van a entrar con el nuevo procedimiento legal. La Constitución dice que debe haber una amplia consulta a la sociedad. Eso sí se tiene que dar, pero no va a haber tiempo para que este nombramiento sea reglamentado por una nueva ley.
Ahora, una "amplia consulta a la sociedad" puede implicar todo y nada. En México tenemos una larga historia de "consultitas", donde se consulta pero no se toma en cuenta. Existe, por un lado, la opción minimalista de que los grupos parlamentarios seleccionen a sus candidatos y luego los remitan a la sociedad para que den opiniones. Al otro extremo -que es por donde deberíamos caminar- existe la posibilidad de emitir una convocatoria pública. Esta convocatoria debería estar totalmente abierta. Ni siquiera veo la necesidad de que las propuestas vengan de parte de las universidades o las ONGs. Hay que romper totalmente con los estilos y las prácticas del corporativismo. Cualquier ciudadano debería poder autoproponerse o proponer a otro.


Jorge Carpizo

Hay dos aspectos, el legal y un segundo aspecto que llamaría el consenso. Desde el punto de vista legal, considero acertado el procedimiento que se ha propuesto en la reforma y que tiene antecedentes ya desde hace muchos años, esto es, que quien designa es una de las Cámaras del Congreso de la Unión. ¿Por qué? Porque son los representantes que han sido electos, tienen una legitimidad en el sistema democrático y porque en esa Cámara están representadas las más diversas ideologías del país, es decir, allí se encuentra representada la pluralidad nuestra. También estoy de acuerdo en que el nombramiento debe de ser con un quórum de votación calificado porque eso, desde un punto de vista jurídico, garantiza o pretende garantizar que el designado tiene un alto grado de aceptación de esas fuerzas políticas.
Pero, ahora bien, el aspecto legal debe de completarse con otros aspectos. Uno de ellos es el consenso. Las fuerzas políticas representadas en la Cámara de Diputados deben de tener muy claro cuál es el perfil idóneo de un consejero electoral y que antes que discutir nombres, deberían de ponerse de acuerdo en este perfil también para tratar, hasta donde es humanamente posible, que la designación no responda a fines partidistas sino a personalidades que tengan la confianza cuando menos de los grandes partidos políticos. Esto quiere decir que el consenso va más allá del quórum de votación que señala el orden jurídico. México tiene varias experiencias en este aspecto. Recuerdo una que me tocó directamente a mí en 1994, cuando se creó la figura del consejero ciudadano. Más allá del quórum de votación, los tres grandes partidos de entonces, que continúan siendo los mismos hoy en día, pudieron llegar a un consenso. Esto hizo que las votaciones de 1994 hayan tenido un alto grado de certeza y que mayormente los partidos políticos aceptaron las conclusiones a las cuales llegó el Consejo General del IFE. Y tan es posible que de esos seis consejeros de 1994, para el 1996-1997, uno de ellos fue designado también con un gran consenso presidente del consejo. Y como en ese año también se pudieron poner de acuerdo los tres grandes partidos, hubo un alto grado de certeza en las decisiones del consejo. En cambio, en esta última ocasión, más allá de las personalidades que fueron electas -a muchas de las cuales respeto-, el hecho de que se cumplió con la norma constitucional pero no se alcanzó el consenso entre los tres grandes partidos ha traído una serie de problemas y de descalificaciones que hay que evitar en el futuro. Más allá del aspecto jurídico, lo que tienen que hacer los partidos políticos en primer lugar es encontrar un perfil que deben de satisfacer los candidatos a consejeros.


Miguel Ángel Granados Chapa

No hay un mecanismo ideal, hay un mecanismo mejor que otro. Desde luego, tal como lo dice la reforma constitucional, tiene que hacerse en consulta con la sociedad. La designación de los consejeros en 2003 mostró los graves inconvenientes de una consulta reservada a los partidos en la Cámara de Diputados sin que ni siquiera los propios diputados conocieran los pormenores de la selección. En consecuencia, tiene que ser una elección abierta a la sociedad. Ya hay varios antecedentes en otros organismos que ofrecen la experiencia suficiente. Para elegir al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a su Consejo Consultivo, para elegir a miembros del Consejo de la Judicatura, se han establecido mecanismos de propuesta pública y de selección por parte de los partidos. Creo que en este caso se requeriría un eslabón más que es la presentación de los candidatos en exámenes o por lo menos comparecencias de la Cámara de Diputados difundidas por el Canal del Congreso de tal manera que los grupos parlamentarios no pudieran sacarse de la manga a candidatos que no hayan sido vistos por la gente y sin que se hubiera podido apreciar su aptitud, su competencia, porque la tarea de ser consejero electoral requiere una calificación técnica, requiere conocimiento del derecho electoral, requiere una experiencia política de la que carecían varios de los consejeros que están por salir. Para evitar que eso ocurra, los consejeros electorales tienen que mostrarse ante el público como conocedores de la materia, y sólo después, los partidos políticos, los grupos parlamentarios, seleccionarlos.


Eduardo R. Huchim May

Un mecanismo idóneo para elegir a los nuevos integrantes del Consejo General del IFE debiera reunir estas características:

a) Conforme a la reciente reforma constitucional, debe incluir consultas reales -no simuladas- con organismos y ciudadanos de la sociedad civil interesados en la materia electoral, como el Comité Conciudadano para la Reforma Electoral y Alianza Cívica (cito estos nombres con intención ilustrativa y de ninguna manera limitativa).
b) Organizar comparecencias públicas de los aspirantes a ser consejeros electorales y difundirlas profusamente, en particular por el Canal del Congreso, de tal suerte que la sociedad pueda tener elementos sobre su idoneidad y conocimientos en materia electoral. No debe repetirse la experiencia de 2003, cuando llegaron al Consejo General del IFE algunos consejeros que no tenían experiencia ni conocimientos suficientes en la materia.
c) Buscar el consenso de todos los grupos parlamentarios del Congreso de la Unión, o al menos el acuerdo de los tres partidos más votados: PAN, PRD y PRI.
d) Excluir criterios basados en filias y/o fobias partidarias. Los partidos se equivocan cuando suponen que la cercanía (o simpatía) de algunos aspirantes con ellos les producirá ventajas. Por ética y conveniencia propia, es mejor que privilegien los antecedentes de imparcialidad de los consejeros, más que su presunta simpatía o antipatía respecto del partido A o B. Un consejero imparcial es garantía para todos, uno que no lo es sólo puede garantizar ineficiencia y conflicto.
e) Excluir el cabildeo como instrumento de selección, porque someter a ese proceso a los candidatos fácilmente puede generar suspicacias entre la sociedad y, en algún grado, ataduras políticas para los próximos consejeros.


Lorenzo Meyer

El mecanismo ideal para seleccionar a los consejeros del IFE únicamente existe en el reino, efectivamente, de lo ideal. En ese mundo ideal, todos los ciudadanos, con plena información sobre lo que es el IFE y la biografía de candidatos propuestos a ser autoridades de esa institución por la sociedad civil, votarían. En la realidad ese mecanismo es imposible y todos los demás tienen defectos, pues la intervención de los partidos -siempre dominados por sus respectivas oligarquías- limitan terriblemente el universo de ciudadanos que podrían ocupar puestos donde la preparación y la ética se requieren por igual.



¿Cómo asegurar capacidad y legitimidad en los próximos consejeros?

Ackerman

¿Cómo sería un Consejo General efectivo? ¿Qué es lo que hemos aprendido? Lo que explica el éxito del Consejo General del IFE 1996-2003, más allá del hecho de que los consejeros fueron profesionales y conocedores de su tema, es que era un consejo diverso en que sus integrantes debatían entre sí. Fueron consejeros que representaban posiciones diferentes sobre la interpretación de derecho, sobre la función del Estado, incluso posiciones ideológicas diferentes. Ninguno era comprometido con un partido específico, pero había una gran diversidad ideológica. Eso es lo que tenemos que buscar. No es un asunto de buscar perfiles de ciudadanos puros, no es buscar nueve ángeles que nos van a enseñar el camino al cielo, sino encontrar un conjunto de personas que son diversas, tienen puntos de vista diferentes y que debaten dentro del seno del Consejo General.
Otra cosa que explica el éxito del Consejo 1996-2003 es el activismo de algunos de los consejeros más valientes, más arrojados, más comprometidos con ir hasta el fondo, e incluso ir más allá de lo que decía la ley explícitamente. Hay muchos ejemplos. La ley de 1996 no permitía que el IFE investigara a los partidos de oficio. Teóricamente, el instituto tendría que limitarse únicamente a recibir quejas y documentación. Sin embargo, los consejeros invirtieron el proceso y llegaron hasta el fondo en la investigación de los partidos. Asimismo, la idea original del diseño del IFE en 1996 era tener un consejo observador desde fuera, tal y como había sido antes en el 1994-1996 y como es actualmente el consejo de la CNDH.
Sin embargo, un grupo de consejeros, encabezados por figuras como Jaime Cárdenas y Jesús Cantú, rompió con este esquema, habilitó las comisiones del Consejo General y se metió hasta el fondo en la fiscalización y control del funcionamiento del instituto. Tenemos que buscar personas con esta disposición de interpretación pro-activa de la ley así como la voluntad para luchar hasta el final en defensa de los principios democráticos.


Carpizo

Para asegurar legitimidad es muy importante que exista consenso entre las grandes fuerzas políticas. Y hemos visto que esto se ha dado ya en el país en varias ocasiones y que ha sido muy beneficioso. Ahora bien, para llegar a este consenso, antes que discutir personalidades, se debe de llegar a un consenso entre los tres grandes partidos de qué perfil, qué cualidades deben satisfacer los candidatos a consejero electoral. Y aquí se pueden dar muchas ideas. Desde luego lo que le voy a decir no es exhaustivo ni tampoco se trata de que sea una especie de decálogo, sino son ideas sueltas. Por ejemplo, diría: Que el candidato no esté comprometido políticamente con ningún partido, pero que haya demostrado su compromiso con la democracia.
Que esté convencido que su función es técnica, no política.
Que goce de prestigio nacional, que sea conocido en amplios sectores tanto por su preparación como por los resultados que ha tenido en su carrera profesional.
Que ese cargo sea casi un cargo terminal, que no se vea como un trampolín político. Este aspecto puede ser muy controvertido, pero lo fundamento en lo siguiente: la remuneración que tiene el cargo es equivalente a la de un ministro de la Suprema Corte de Justicia, y cuando se designa a un ministro de la Suprema Corte de Justicia, no se designa a una persona que empieza su carrera, sino se designa a alguien que ha probado ya responsabilidad, capacidad. Quien llega a ministro de la Suprema Corte de Justicia debe de ver que lo más probable es que sea un cargo casi terminal. Quien tiene a su cargo la organización de las elecciones en donde está en juego parte de la democracia de un país debe de ver ese cargo más o menos en la misma forma y ésa es la única razón que justifica que su remuneración sea tan extraordinariamente alta en un país donde faltan recursos para desarrollo social.
Honestidad moral: cuando hablo de moral, siempre me refiero a moral laica. Que se haya distinguido con su compromiso con la verdad y algo que es muy importante en nuestro país, por su honestidad económica. No es posible que alguien que está controvertido en el aspecto de su honestidad económica pueda llegar a un cargo de éstos. Y también la responsabilidad y entrega que ha demostrado en sus funciones. Porque también puede haber una persona que sea estupenda, pero que no sea muy trabajadora, y en ese cargo, hay que trabajar mucho.
Ésas son ideas sueltas, pero ojalá que los partidos se pusieran de acuerdo en un perfil porque eso les va a ayudar a lograr el consenso entre ellos de quiénes deben de ser los nuevos consejeros.


Granados Chapa

Primero, haciendo pública su trayectoria. Repito que ni siquiera los diputados conocieron en 2003 quiénes eran aquellos a los que eligieron porque no se presentaron sus currícula en el momento de la elección y había notoriamente entre los aspirantes algunos -pienso por ejemplo en el doctor Ignacio Almada de Sonora- que estaban mucho mejor calificados que algunos de los que fueron elegidos y no se les consideró. De modo que hay que hacer pública la trayectoria, el currículum de cada uno de los aspirantes, y luego hacer estas comparecencias para que se asegure que son personas con aptitud técnica y solvencia moral.


Huchim

Desde mi perspectiva, los consejeros electorales deben reunir cuatro cualidades fundamentales: honorabilidad, imparcialidad, capacidad y experiencia en materia electoral. Ciertamente, no siempre es fácil medir estas virtudes, pero los antecedentes de los candidatos pueden ser una buena ayuda para la detección de tales cualidades. Si éstas se dan, lo demás es secundario.


Meyer

La capacidad la daría el curriculum vitae, pero sobre todo la legitimidad; la biografía política, pero también la social e intelectual, son elementos fundamentales. Sí hay "ciudadanos justos" y bien preparados, pero generalmente no están en los círculos de los políticos profesionales.



¿La selección de los consejeros debe ser producto de un consenso entre todos los grupos parlamentarios?


Ackerman

Desde luego que sí. Tiene que haber consenso entre todos los actores para asegurar la legitimidad del nuevo consejo. Pero también habría que reconocer que la debilidad más importante del consejo actual es el hecho que no hay nadie que haya sido propuesto por el PRD. Entonces, yo propondría que los primeros tres consejeros nuevos sean propuestos por el partido que fue excluido en las negociaciones de 2003. Deberían ser nombrados por consenso y pasar por una revisión minuciosa, pero originarse en la propuesta del grupo del PRD.
No estoy hablando de una repetición del sistema de cuotas estrictas de 2003. En aquel año el PRI, el PAN y el Partido Verde colocaron a quienes quisieron en "sus" lugares en el consejo. En 1996, también se implementó un sistema de cuotas, pero fueron cuotas "light". Es decir, fue una mesa de negociación en que cada partido proponía candidatos y el candidato que entraba llegaba identificado con algún partido, pero después de haber sido avalado por todos. No hay ningún problema con este tipo de cuotas "light", siempre y cuando los nuevos consejeros sean votados por consenso y sean expertos en la materia. Lo realmente importante es garantizar la pluralidad del Consejo General en su conjunto, no la "pureza" de los consejeros en lo individual.


Carpizo

Desde luego que sí. Sin embargo, hay que ser realista. Cuando, en un país como México, tres partidos representan alrededor del 90 por ciento del electorado, el consenso mayormente debe ser entre esos tres partidos. Pero hay que tener respeto a quienes representan corrientes minoritarias porque nadie sabe si en la próxima elección puedan llegar a ser mayoritarias o a representar una sección importante de la sociedad.
Ha llegado el momento en que los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión sientan que si el Consejo General del IFE tiene la responsabilidad de la organización de las elecciones y que debe de contar con el apoyo y la confianza de todos los partidos políticos, resulta inconveniente que ese mismo órgano sea quien fiscalice e imponga castigos a los partidos políticos. Creo que puede ser muy conveniente para el buen funcionamiento de la organización de las elecciones y del desarrollo de nuestra propia democracia que se cree un órgano especial que tenga únicamente como funciones la fiscalización de los partidos políticos y en su caso la imposición de sanciones. Esto ya existe en Chiapas. Creo que funcionaría mucho mejor el IFE, que los partidos políticos no tendrían razones para estarlo impugnando.


Granados Chapa

Sí, un consenso que no signifique veto por parte de alguno de los grupos. El consenso no es una votación, por lo tanto, ninguno de los grupos debería arrogarse el derecho de impedir que alguien sea consejero presidente o consejero, como tiene que elegirse. De modo que el consenso es el acuerdo y ese acuerdo es posible a partir de este procedimiento público. El consenso también es posible a partir de la abstención de los partidos de presentar candidatos. Los candidatos tienen que surgir de su propia propuesta o de propuestas de los grupos sociales, de las organizaciones civiles y no de los partidos.


Huchim

Lo ideal es que todos los grupos parlamentarios estén de acuerdo en la designación de los consejeros electorales, y en todo caso será importante que los partidos menos votados sean escuchados. Sin embargo, las cuotas partidarias y de cualquier otro tipo deben quedar fuera de la negociación respectiva.
Si no es posible el consenso de todos los grupos parlamentarios, sí resulta indispensable el acuerdo de al menos las tres fuerzas políticas más votadas. Sin el acuerdo de éstas, se corre un alto riesgo de repetir la experiencia de 2003, cuando dos partidos -y en particular la entonces coordinadora priista Elba Esther Gordillo- impusieron a los consejeros. Cualquier combinación de dos de los tres partidos más votados y la marginación de uno dañaría la selección. La exclusión debe ser excluida.


Meyer

El consenso sería parte de lo ideal pero, ¿hay consenso social sobre la honestidad de los parlamentarios? Hasta donde las encuestas de opinión son confiables, lo que ellas nos dicen es que la sociedad desconfía enormemente de los parlamentarios. ¿Alguien que viene de un acuerdo entre grupos sin prestigio ni legitimidad puede realmente tener prestigio y legitimidad? La respuesta es un sí, pero muy improbable.


¿Debe transparentarse la selección?


Ackerman

Tendría que haber una convocatoria totalmente pública, un proceso transparente de auscultación, entrevistas, presentación de ternas, de debate, eso es lo que va a asegurar que los que entren al IFE tengan un respaldo social amplio, una legitimidad pública.
Hay una tradición en México de no candidatearse para este tipo de puestos, de no hacer campañas. Pero ahora en los tiempos democráticos, se vale que los candidatos defiendan sus credenciales, que se autopropongan y que busquen apoyos en un ambiente democrático. En el caso de la UNAM, por ejemplo, ya tenemos una amplia variedad de candidatos para la Rectoría que están buscando apoyo de manera pública y presentándose ante los medios y la comunidad universitaria. A final de cuentas, será la Junta de Gobierno quien decida, pero aquí hay un avance porque el concurso para la Rectoría se está desarrollando de cara a la sociedad.


Carpizo

Sí y para eso hay muchas formas de hacerlo: que organizaciones propongan candidatos, que los propios partidos políticos puedan preguntar a organizaciones sociales de prestigio -como pueden ser algunas universidades públicas- propuestas de listas que reunieran el perfil en el cual se han puesto de acuerdo. Y, desde luego, sería más que conveniente que a los posibles candidatos los entrevistaran, los escucharan y, como se usa en muchas partes del mundo, que pudieran fiscalizar ciertos aspectos. ¿Qué quiero decir? Que con su autorización, porque se consideran candidatos, un órgano especializado como puede ser la Auditoría Superior de la Federación viera que sus bienes están de acuerdo con las remuneraciones que han recibido.


Granados

Sí, a través del mecanismo de presentación pública, se debe transparentar para que, repito, no resulten sorpresas, que no resulte elegido alguien o que no compareció ante el público o cuya presentación fue pobre. Eso no sería posible sino aplicando ese mecanismo de transparencia.


Huchim

Desde luego que sí, nada de acuerdos en conciliábulos cerrados ni en lo oscurito. La transparencia es condición sine qua non para el buen éxito en la selección de los nuevos consejeros electorales. Después del grave error de 2003, la Cámara de Diputados no debe equivocarse otra vez.


Meyer

Dada la historia reciente del IFE, la transparencia es una absoluta necesidad aunque no es garantía de calidad intelectual o moral.


La legislación secundaria

Además del nombramiento de tres nuevos consejeros, el Congreso tiene frente a sí la tarea de adecuar 16 leyes secundarias a las nuevas disposiciones constitucionales en materia electoral.

1. Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

· Nueva forma de calcular y de asignar el financiamiento público a los partidos.
· Nueva regulación de los topes de gastos de campaña.
· Nuevos requisitos de coaliciones.
· Nuevo sistema de fiscalización de los partidos.
· Instauración de un procedimiento de renovación del Consejo General del IFE.
· Otorgamiento de nuevas facultades del IFE y redistribución de éstas entre los distintos órganos del organismo.
· Fortalecimiento del Servicio Profesional Electoral.
· Regulación de las precampañas.
· Modificación de los plazos de campañas.
· Nueva regulación de acceso a radio y televisión por parte de los partidos.


2. Ley Federal de Radio y Televisión.

· Integración de la prohibición de comprar espacios publicitarios en radio y televisión por parte de los partidos y candidatos, así como por parte de particulares, y regulación de los tiempos oficiales.


3. Ley sobre Delitos de Imprenta.

· Prohibición de las campañas negras.


4. Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral.

· Revisión del sistema de recuento y nulidades para definir los casos en los que se puede impugnar una elección presidencial.


5. Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.

· Prohibición de la propaganda gubernamental personalizada y de toda propaganda gubernamental en los tres meses previos a una elección. Definición de las responsabilidades del contralor del IFE.

6. Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

· Las salas regionales pasan de ser temporales (para la duración de los procesos electorales) a ser permanentes. Redistribución de competencias entre la sala superior y las salas regionales.


7. Estatuto del Gobierno del DF.

· Adecuación de la legislación del Distrito Federal aplicable conforme a lo dispuesto en la reforma constitucional.


8. Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

· Prohibición de la propaganda gubernamental personalizada y de toda propaganda gubernamental en los tres meses previos a una elección.


9. Ley Orgánica del Congreso.

· Regulación del proceso de elección escalonada de los consejeros, del consejero presidente y del contralor general del IFE.


10. Ley de Fiscalización Superior de la Federación.

· Mención de que el contralor del IFE tendrá que coordinarse con el auditor superior de la Federación.


11. Ley Federal de Desarrollo Social.

· Blindaje de los programas sociales.


12. Ley del Servicio de Administración Tributaria.
13. Código Fiscal de la Federación.
14. Ley de Instituciones de Crédito.
15. Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
16. Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
· Modificaciones para que el IFE no se vea obstaculizado en su tarea de fiscalización de los partidos políticos por el secreto bancario, fiduciario y fiscal.