domingo, 21 de octubre de 2007

Sobre el modo de selección de los consejeros del IFE


El Congreso no puede fallar


Publicado en Enfoque - Reforma


Por Laurence Pantin


(21-Oct-2007).-


"Hay que romper totalmente con los estilos y las prácticas del corporativismo. Cualquier ciudadano debería poder autoproponerse o proponer a otro".
John Ackerman


"Que el candidato a consejero no esté comprometido políticamente con ningún partido, pero que haya demostrado su compromiso con la democracia".
Jorge Carpizo


"La designación de los consejeros en 2003 mostró los graves inconvenientes de una consulta reservada a los partidos sin que ni siquiera los propios diputados conocieran los pormenores de la selección".
Miguel Ángel Granados Chapa


"Por ética y conveniencia propia, es mejor que privilegien los antecedentes de imparcialidad de los consejeros, más que su presunta simpatía o antipatía respecto del partido A o B".
Eduardo R. Huchim May


"El mecanismo ideal para seleccionar a los consejeros del IFE únicamente existe en el reino, efectivamente, de lo ideal".
Lorenzo Meyer


La Cámara de Diputados está a punto de iniciar el proceso de designación del consejero presidente y de dos consejeros del Instituto Federal Electoral, conforme a lo acordado en la reforma constitucional en materia electoral.
La reforma prevé que, en un plazo no mayor a 30 días naturales después de su publicación, los consejeros sean elegidos "por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados, a propuesta de los grupos parlamentarios, previa realización de una amplia consulta a la sociedad". Sin embargo, la falta de precisión del enunciado deja mucho margen a los legisladores para escoger el método de selección de los consejeros electorales.
Consultados por Enfoque, cinco especialistas hablan sobre el mecanismo ideal para nombrar a los nuevos consejeros del IFE: John Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y autor de Organismos autónomos y democracia: el caso de México; Jorge Carpizo, experto en derecho constitucional del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, quien como secretario de Gobernación presidió el IFE en 1994; Miguel Ángel Granados Chapa, periodista y consejero ciudadano del IFE entre 1994 y 1996; Eduardo Huchim May, ex consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal, y Lorenzo Meyer, historiador e investigador de El Colegio de México.
Los expertos proponen fórmulas para evitar una nueva crisis como la ocurrida en el proceso electoral del año pasado, con un IFE que en el 2003 fue renovado sin los votos del PRD y en medio de suspicacias.
Urgen a que el proceso de selección sea transparente y sugieren que los candidatos comparezcan en audiencias públicas, de preferencia transmitidas por el Canal del Congreso. También subrayan la importancia de que los consejeros sean escogidos por su conocimiento y trayectoria profesional, y no por sus compromisos políticos, pero también estiman que los partidos deben buscar un consenso a la hora de determinar quién jugará el papel de árbitro en las próximas elecciones federales.


¿Cuál es el mecanismo ideal para seleccionar a los nuevos consejeros electorales?

John Ackerman

La crisis electoral que vivimos en 2006 fue principalmente responsabilidad de los individuos que estuvieron a cargo de las instituciones electorales, tanto del IFE, como del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, como de la Fiscalía Especial para los Delitos Electorales. No le resto de ninguna manera importancia a la reforma electoral, es histórica y fundamental. Sin embargo, si bien la crisis del año pasado fue en parte por lagunas en la ley, el principal problema fue el desempeño deficiente de nuestras instituciones. Por lo tanto, el cumplimiento de la nueva legislación dependerá de la creatividad, el arrojo, la valentía y el compromiso de las personas a cargo de las instituciones electorales.
Hay un detalle importante con respecto al nombramiento de los primeros tres consejeros nuevos. Se requiere que la nueva ley esté aprobada dentro de 30 días y también el nombramiento de los consejeros. Entonces, estrictamente hablando, los primeros tres consejeros no van a entrar con el nuevo procedimiento legal. La Constitución dice que debe haber una amplia consulta a la sociedad. Eso sí se tiene que dar, pero no va a haber tiempo para que este nombramiento sea reglamentado por una nueva ley.
Ahora, una "amplia consulta a la sociedad" puede implicar todo y nada. En México tenemos una larga historia de "consultitas", donde se consulta pero no se toma en cuenta. Existe, por un lado, la opción minimalista de que los grupos parlamentarios seleccionen a sus candidatos y luego los remitan a la sociedad para que den opiniones. Al otro extremo -que es por donde deberíamos caminar- existe la posibilidad de emitir una convocatoria pública. Esta convocatoria debería estar totalmente abierta. Ni siquiera veo la necesidad de que las propuestas vengan de parte de las universidades o las ONGs. Hay que romper totalmente con los estilos y las prácticas del corporativismo. Cualquier ciudadano debería poder autoproponerse o proponer a otro.


Jorge Carpizo

Hay dos aspectos, el legal y un segundo aspecto que llamaría el consenso. Desde el punto de vista legal, considero acertado el procedimiento que se ha propuesto en la reforma y que tiene antecedentes ya desde hace muchos años, esto es, que quien designa es una de las Cámaras del Congreso de la Unión. ¿Por qué? Porque son los representantes que han sido electos, tienen una legitimidad en el sistema democrático y porque en esa Cámara están representadas las más diversas ideologías del país, es decir, allí se encuentra representada la pluralidad nuestra. También estoy de acuerdo en que el nombramiento debe de ser con un quórum de votación calificado porque eso, desde un punto de vista jurídico, garantiza o pretende garantizar que el designado tiene un alto grado de aceptación de esas fuerzas políticas.
Pero, ahora bien, el aspecto legal debe de completarse con otros aspectos. Uno de ellos es el consenso. Las fuerzas políticas representadas en la Cámara de Diputados deben de tener muy claro cuál es el perfil idóneo de un consejero electoral y que antes que discutir nombres, deberían de ponerse de acuerdo en este perfil también para tratar, hasta donde es humanamente posible, que la designación no responda a fines partidistas sino a personalidades que tengan la confianza cuando menos de los grandes partidos políticos. Esto quiere decir que el consenso va más allá del quórum de votación que señala el orden jurídico. México tiene varias experiencias en este aspecto. Recuerdo una que me tocó directamente a mí en 1994, cuando se creó la figura del consejero ciudadano. Más allá del quórum de votación, los tres grandes partidos de entonces, que continúan siendo los mismos hoy en día, pudieron llegar a un consenso. Esto hizo que las votaciones de 1994 hayan tenido un alto grado de certeza y que mayormente los partidos políticos aceptaron las conclusiones a las cuales llegó el Consejo General del IFE. Y tan es posible que de esos seis consejeros de 1994, para el 1996-1997, uno de ellos fue designado también con un gran consenso presidente del consejo. Y como en ese año también se pudieron poner de acuerdo los tres grandes partidos, hubo un alto grado de certeza en las decisiones del consejo. En cambio, en esta última ocasión, más allá de las personalidades que fueron electas -a muchas de las cuales respeto-, el hecho de que se cumplió con la norma constitucional pero no se alcanzó el consenso entre los tres grandes partidos ha traído una serie de problemas y de descalificaciones que hay que evitar en el futuro. Más allá del aspecto jurídico, lo que tienen que hacer los partidos políticos en primer lugar es encontrar un perfil que deben de satisfacer los candidatos a consejeros.


Miguel Ángel Granados Chapa

No hay un mecanismo ideal, hay un mecanismo mejor que otro. Desde luego, tal como lo dice la reforma constitucional, tiene que hacerse en consulta con la sociedad. La designación de los consejeros en 2003 mostró los graves inconvenientes de una consulta reservada a los partidos en la Cámara de Diputados sin que ni siquiera los propios diputados conocieran los pormenores de la selección. En consecuencia, tiene que ser una elección abierta a la sociedad. Ya hay varios antecedentes en otros organismos que ofrecen la experiencia suficiente. Para elegir al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a su Consejo Consultivo, para elegir a miembros del Consejo de la Judicatura, se han establecido mecanismos de propuesta pública y de selección por parte de los partidos. Creo que en este caso se requeriría un eslabón más que es la presentación de los candidatos en exámenes o por lo menos comparecencias de la Cámara de Diputados difundidas por el Canal del Congreso de tal manera que los grupos parlamentarios no pudieran sacarse de la manga a candidatos que no hayan sido vistos por la gente y sin que se hubiera podido apreciar su aptitud, su competencia, porque la tarea de ser consejero electoral requiere una calificación técnica, requiere conocimiento del derecho electoral, requiere una experiencia política de la que carecían varios de los consejeros que están por salir. Para evitar que eso ocurra, los consejeros electorales tienen que mostrarse ante el público como conocedores de la materia, y sólo después, los partidos políticos, los grupos parlamentarios, seleccionarlos.


Eduardo R. Huchim May

Un mecanismo idóneo para elegir a los nuevos integrantes del Consejo General del IFE debiera reunir estas características:

a) Conforme a la reciente reforma constitucional, debe incluir consultas reales -no simuladas- con organismos y ciudadanos de la sociedad civil interesados en la materia electoral, como el Comité Conciudadano para la Reforma Electoral y Alianza Cívica (cito estos nombres con intención ilustrativa y de ninguna manera limitativa).
b) Organizar comparecencias públicas de los aspirantes a ser consejeros electorales y difundirlas profusamente, en particular por el Canal del Congreso, de tal suerte que la sociedad pueda tener elementos sobre su idoneidad y conocimientos en materia electoral. No debe repetirse la experiencia de 2003, cuando llegaron al Consejo General del IFE algunos consejeros que no tenían experiencia ni conocimientos suficientes en la materia.
c) Buscar el consenso de todos los grupos parlamentarios del Congreso de la Unión, o al menos el acuerdo de los tres partidos más votados: PAN, PRD y PRI.
d) Excluir criterios basados en filias y/o fobias partidarias. Los partidos se equivocan cuando suponen que la cercanía (o simpatía) de algunos aspirantes con ellos les producirá ventajas. Por ética y conveniencia propia, es mejor que privilegien los antecedentes de imparcialidad de los consejeros, más que su presunta simpatía o antipatía respecto del partido A o B. Un consejero imparcial es garantía para todos, uno que no lo es sólo puede garantizar ineficiencia y conflicto.
e) Excluir el cabildeo como instrumento de selección, porque someter a ese proceso a los candidatos fácilmente puede generar suspicacias entre la sociedad y, en algún grado, ataduras políticas para los próximos consejeros.


Lorenzo Meyer

El mecanismo ideal para seleccionar a los consejeros del IFE únicamente existe en el reino, efectivamente, de lo ideal. En ese mundo ideal, todos los ciudadanos, con plena información sobre lo que es el IFE y la biografía de candidatos propuestos a ser autoridades de esa institución por la sociedad civil, votarían. En la realidad ese mecanismo es imposible y todos los demás tienen defectos, pues la intervención de los partidos -siempre dominados por sus respectivas oligarquías- limitan terriblemente el universo de ciudadanos que podrían ocupar puestos donde la preparación y la ética se requieren por igual.



¿Cómo asegurar capacidad y legitimidad en los próximos consejeros?

Ackerman

¿Cómo sería un Consejo General efectivo? ¿Qué es lo que hemos aprendido? Lo que explica el éxito del Consejo General del IFE 1996-2003, más allá del hecho de que los consejeros fueron profesionales y conocedores de su tema, es que era un consejo diverso en que sus integrantes debatían entre sí. Fueron consejeros que representaban posiciones diferentes sobre la interpretación de derecho, sobre la función del Estado, incluso posiciones ideológicas diferentes. Ninguno era comprometido con un partido específico, pero había una gran diversidad ideológica. Eso es lo que tenemos que buscar. No es un asunto de buscar perfiles de ciudadanos puros, no es buscar nueve ángeles que nos van a enseñar el camino al cielo, sino encontrar un conjunto de personas que son diversas, tienen puntos de vista diferentes y que debaten dentro del seno del Consejo General.
Otra cosa que explica el éxito del Consejo 1996-2003 es el activismo de algunos de los consejeros más valientes, más arrojados, más comprometidos con ir hasta el fondo, e incluso ir más allá de lo que decía la ley explícitamente. Hay muchos ejemplos. La ley de 1996 no permitía que el IFE investigara a los partidos de oficio. Teóricamente, el instituto tendría que limitarse únicamente a recibir quejas y documentación. Sin embargo, los consejeros invirtieron el proceso y llegaron hasta el fondo en la investigación de los partidos. Asimismo, la idea original del diseño del IFE en 1996 era tener un consejo observador desde fuera, tal y como había sido antes en el 1994-1996 y como es actualmente el consejo de la CNDH.
Sin embargo, un grupo de consejeros, encabezados por figuras como Jaime Cárdenas y Jesús Cantú, rompió con este esquema, habilitó las comisiones del Consejo General y se metió hasta el fondo en la fiscalización y control del funcionamiento del instituto. Tenemos que buscar personas con esta disposición de interpretación pro-activa de la ley así como la voluntad para luchar hasta el final en defensa de los principios democráticos.


Carpizo

Para asegurar legitimidad es muy importante que exista consenso entre las grandes fuerzas políticas. Y hemos visto que esto se ha dado ya en el país en varias ocasiones y que ha sido muy beneficioso. Ahora bien, para llegar a este consenso, antes que discutir personalidades, se debe de llegar a un consenso entre los tres grandes partidos de qué perfil, qué cualidades deben satisfacer los candidatos a consejero electoral. Y aquí se pueden dar muchas ideas. Desde luego lo que le voy a decir no es exhaustivo ni tampoco se trata de que sea una especie de decálogo, sino son ideas sueltas. Por ejemplo, diría: Que el candidato no esté comprometido políticamente con ningún partido, pero que haya demostrado su compromiso con la democracia.
Que esté convencido que su función es técnica, no política.
Que goce de prestigio nacional, que sea conocido en amplios sectores tanto por su preparación como por los resultados que ha tenido en su carrera profesional.
Que ese cargo sea casi un cargo terminal, que no se vea como un trampolín político. Este aspecto puede ser muy controvertido, pero lo fundamento en lo siguiente: la remuneración que tiene el cargo es equivalente a la de un ministro de la Suprema Corte de Justicia, y cuando se designa a un ministro de la Suprema Corte de Justicia, no se designa a una persona que empieza su carrera, sino se designa a alguien que ha probado ya responsabilidad, capacidad. Quien llega a ministro de la Suprema Corte de Justicia debe de ver que lo más probable es que sea un cargo casi terminal. Quien tiene a su cargo la organización de las elecciones en donde está en juego parte de la democracia de un país debe de ver ese cargo más o menos en la misma forma y ésa es la única razón que justifica que su remuneración sea tan extraordinariamente alta en un país donde faltan recursos para desarrollo social.
Honestidad moral: cuando hablo de moral, siempre me refiero a moral laica. Que se haya distinguido con su compromiso con la verdad y algo que es muy importante en nuestro país, por su honestidad económica. No es posible que alguien que está controvertido en el aspecto de su honestidad económica pueda llegar a un cargo de éstos. Y también la responsabilidad y entrega que ha demostrado en sus funciones. Porque también puede haber una persona que sea estupenda, pero que no sea muy trabajadora, y en ese cargo, hay que trabajar mucho.
Ésas son ideas sueltas, pero ojalá que los partidos se pusieran de acuerdo en un perfil porque eso les va a ayudar a lograr el consenso entre ellos de quiénes deben de ser los nuevos consejeros.


Granados Chapa

Primero, haciendo pública su trayectoria. Repito que ni siquiera los diputados conocieron en 2003 quiénes eran aquellos a los que eligieron porque no se presentaron sus currícula en el momento de la elección y había notoriamente entre los aspirantes algunos -pienso por ejemplo en el doctor Ignacio Almada de Sonora- que estaban mucho mejor calificados que algunos de los que fueron elegidos y no se les consideró. De modo que hay que hacer pública la trayectoria, el currículum de cada uno de los aspirantes, y luego hacer estas comparecencias para que se asegure que son personas con aptitud técnica y solvencia moral.


Huchim

Desde mi perspectiva, los consejeros electorales deben reunir cuatro cualidades fundamentales: honorabilidad, imparcialidad, capacidad y experiencia en materia electoral. Ciertamente, no siempre es fácil medir estas virtudes, pero los antecedentes de los candidatos pueden ser una buena ayuda para la detección de tales cualidades. Si éstas se dan, lo demás es secundario.


Meyer

La capacidad la daría el curriculum vitae, pero sobre todo la legitimidad; la biografía política, pero también la social e intelectual, son elementos fundamentales. Sí hay "ciudadanos justos" y bien preparados, pero generalmente no están en los círculos de los políticos profesionales.



¿La selección de los consejeros debe ser producto de un consenso entre todos los grupos parlamentarios?


Ackerman

Desde luego que sí. Tiene que haber consenso entre todos los actores para asegurar la legitimidad del nuevo consejo. Pero también habría que reconocer que la debilidad más importante del consejo actual es el hecho que no hay nadie que haya sido propuesto por el PRD. Entonces, yo propondría que los primeros tres consejeros nuevos sean propuestos por el partido que fue excluido en las negociaciones de 2003. Deberían ser nombrados por consenso y pasar por una revisión minuciosa, pero originarse en la propuesta del grupo del PRD.
No estoy hablando de una repetición del sistema de cuotas estrictas de 2003. En aquel año el PRI, el PAN y el Partido Verde colocaron a quienes quisieron en "sus" lugares en el consejo. En 1996, también se implementó un sistema de cuotas, pero fueron cuotas "light". Es decir, fue una mesa de negociación en que cada partido proponía candidatos y el candidato que entraba llegaba identificado con algún partido, pero después de haber sido avalado por todos. No hay ningún problema con este tipo de cuotas "light", siempre y cuando los nuevos consejeros sean votados por consenso y sean expertos en la materia. Lo realmente importante es garantizar la pluralidad del Consejo General en su conjunto, no la "pureza" de los consejeros en lo individual.


Carpizo

Desde luego que sí. Sin embargo, hay que ser realista. Cuando, en un país como México, tres partidos representan alrededor del 90 por ciento del electorado, el consenso mayormente debe ser entre esos tres partidos. Pero hay que tener respeto a quienes representan corrientes minoritarias porque nadie sabe si en la próxima elección puedan llegar a ser mayoritarias o a representar una sección importante de la sociedad.
Ha llegado el momento en que los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión sientan que si el Consejo General del IFE tiene la responsabilidad de la organización de las elecciones y que debe de contar con el apoyo y la confianza de todos los partidos políticos, resulta inconveniente que ese mismo órgano sea quien fiscalice e imponga castigos a los partidos políticos. Creo que puede ser muy conveniente para el buen funcionamiento de la organización de las elecciones y del desarrollo de nuestra propia democracia que se cree un órgano especial que tenga únicamente como funciones la fiscalización de los partidos políticos y en su caso la imposición de sanciones. Esto ya existe en Chiapas. Creo que funcionaría mucho mejor el IFE, que los partidos políticos no tendrían razones para estarlo impugnando.


Granados Chapa

Sí, un consenso que no signifique veto por parte de alguno de los grupos. El consenso no es una votación, por lo tanto, ninguno de los grupos debería arrogarse el derecho de impedir que alguien sea consejero presidente o consejero, como tiene que elegirse. De modo que el consenso es el acuerdo y ese acuerdo es posible a partir de este procedimiento público. El consenso también es posible a partir de la abstención de los partidos de presentar candidatos. Los candidatos tienen que surgir de su propia propuesta o de propuestas de los grupos sociales, de las organizaciones civiles y no de los partidos.


Huchim

Lo ideal es que todos los grupos parlamentarios estén de acuerdo en la designación de los consejeros electorales, y en todo caso será importante que los partidos menos votados sean escuchados. Sin embargo, las cuotas partidarias y de cualquier otro tipo deben quedar fuera de la negociación respectiva.
Si no es posible el consenso de todos los grupos parlamentarios, sí resulta indispensable el acuerdo de al menos las tres fuerzas políticas más votadas. Sin el acuerdo de éstas, se corre un alto riesgo de repetir la experiencia de 2003, cuando dos partidos -y en particular la entonces coordinadora priista Elba Esther Gordillo- impusieron a los consejeros. Cualquier combinación de dos de los tres partidos más votados y la marginación de uno dañaría la selección. La exclusión debe ser excluida.


Meyer

El consenso sería parte de lo ideal pero, ¿hay consenso social sobre la honestidad de los parlamentarios? Hasta donde las encuestas de opinión son confiables, lo que ellas nos dicen es que la sociedad desconfía enormemente de los parlamentarios. ¿Alguien que viene de un acuerdo entre grupos sin prestigio ni legitimidad puede realmente tener prestigio y legitimidad? La respuesta es un sí, pero muy improbable.


¿Debe transparentarse la selección?


Ackerman

Tendría que haber una convocatoria totalmente pública, un proceso transparente de auscultación, entrevistas, presentación de ternas, de debate, eso es lo que va a asegurar que los que entren al IFE tengan un respaldo social amplio, una legitimidad pública.
Hay una tradición en México de no candidatearse para este tipo de puestos, de no hacer campañas. Pero ahora en los tiempos democráticos, se vale que los candidatos defiendan sus credenciales, que se autopropongan y que busquen apoyos en un ambiente democrático. En el caso de la UNAM, por ejemplo, ya tenemos una amplia variedad de candidatos para la Rectoría que están buscando apoyo de manera pública y presentándose ante los medios y la comunidad universitaria. A final de cuentas, será la Junta de Gobierno quien decida, pero aquí hay un avance porque el concurso para la Rectoría se está desarrollando de cara a la sociedad.


Carpizo

Sí y para eso hay muchas formas de hacerlo: que organizaciones propongan candidatos, que los propios partidos políticos puedan preguntar a organizaciones sociales de prestigio -como pueden ser algunas universidades públicas- propuestas de listas que reunieran el perfil en el cual se han puesto de acuerdo. Y, desde luego, sería más que conveniente que a los posibles candidatos los entrevistaran, los escucharan y, como se usa en muchas partes del mundo, que pudieran fiscalizar ciertos aspectos. ¿Qué quiero decir? Que con su autorización, porque se consideran candidatos, un órgano especializado como puede ser la Auditoría Superior de la Federación viera que sus bienes están de acuerdo con las remuneraciones que han recibido.


Granados

Sí, a través del mecanismo de presentación pública, se debe transparentar para que, repito, no resulten sorpresas, que no resulte elegido alguien o que no compareció ante el público o cuya presentación fue pobre. Eso no sería posible sino aplicando ese mecanismo de transparencia.


Huchim

Desde luego que sí, nada de acuerdos en conciliábulos cerrados ni en lo oscurito. La transparencia es condición sine qua non para el buen éxito en la selección de los nuevos consejeros electorales. Después del grave error de 2003, la Cámara de Diputados no debe equivocarse otra vez.


Meyer

Dada la historia reciente del IFE, la transparencia es una absoluta necesidad aunque no es garantía de calidad intelectual o moral.


La legislación secundaria

Además del nombramiento de tres nuevos consejeros, el Congreso tiene frente a sí la tarea de adecuar 16 leyes secundarias a las nuevas disposiciones constitucionales en materia electoral.

1. Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

· Nueva forma de calcular y de asignar el financiamiento público a los partidos.
· Nueva regulación de los topes de gastos de campaña.
· Nuevos requisitos de coaliciones.
· Nuevo sistema de fiscalización de los partidos.
· Instauración de un procedimiento de renovación del Consejo General del IFE.
· Otorgamiento de nuevas facultades del IFE y redistribución de éstas entre los distintos órganos del organismo.
· Fortalecimiento del Servicio Profesional Electoral.
· Regulación de las precampañas.
· Modificación de los plazos de campañas.
· Nueva regulación de acceso a radio y televisión por parte de los partidos.


2. Ley Federal de Radio y Televisión.

· Integración de la prohibición de comprar espacios publicitarios en radio y televisión por parte de los partidos y candidatos, así como por parte de particulares, y regulación de los tiempos oficiales.


3. Ley sobre Delitos de Imprenta.

· Prohibición de las campañas negras.


4. Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral.

· Revisión del sistema de recuento y nulidades para definir los casos en los que se puede impugnar una elección presidencial.


5. Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos.

· Prohibición de la propaganda gubernamental personalizada y de toda propaganda gubernamental en los tres meses previos a una elección. Definición de las responsabilidades del contralor del IFE.

6. Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.

· Las salas regionales pasan de ser temporales (para la duración de los procesos electorales) a ser permanentes. Redistribución de competencias entre la sala superior y las salas regionales.


7. Estatuto del Gobierno del DF.

· Adecuación de la legislación del Distrito Federal aplicable conforme a lo dispuesto en la reforma constitucional.


8. Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

· Prohibición de la propaganda gubernamental personalizada y de toda propaganda gubernamental en los tres meses previos a una elección.


9. Ley Orgánica del Congreso.

· Regulación del proceso de elección escalonada de los consejeros, del consejero presidente y del contralor general del IFE.


10. Ley de Fiscalización Superior de la Federación.

· Mención de que el contralor del IFE tendrá que coordinarse con el auditor superior de la Federación.


11. Ley Federal de Desarrollo Social.

· Blindaje de los programas sociales.


12. Ley del Servicio de Administración Tributaria.
13. Código Fiscal de la Federación.
14. Ley de Instituciones de Crédito.
15. Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
16. Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
· Modificaciones para que el IFE no se vea obstaculizado en su tarea de fiscalización de los partidos políticos por el secreto bancario, fiduciario y fiscal.

domingo, 14 de octubre de 2007

Sobre la desaparición de Rosendo Radilla


Desaparecidos: un fracaso del Estado


Publicado en Enfoque - Reforma


Por Laurence Pantin


(14-Oct-2007).-

Los jueces en la oficina
ordenan todo lo que quieren,
quitándole el pan al pueblo
y hasta la vida si pueden.

Madre mía de Guadalupe,
échame tu bendición,
que ya mi madre me dijo
que de Dios vendrá el perdón.
Seguirá la lucha del pueblo.
Nos vemos en el Panteón.



Cuando Rosendo Radilla compuso este corrido, estaba, sin saberlo, describiendo lo que sería su destino. Con la diferencia de que sus familiares no pueden visitar su sepultura, ya que Rosendo fue una de las 470 personas que desaparecieron a manos del Ejército en Atoyac de Álvarez, Guerrero, en los años setenta, cuyos restos nunca fueron encontrados.
La grabación de éste y otros corridos, así como unas cuantas fotos y documentos oficiales, son los únicos vestigios de él que tienen sus hijos.
Precisamente estos corridos, que glorifican la lucha contra los caciques y por una mayor igualdad encabezada por los guerrilleros Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, fueron la razón por la que fue detenido el 25 de agosto de 1974.
Más de 30 años después de la detención de su padre, los hijos de Rosendo siguen esperando que el Estado mexicano cumpla con su obligación de identificar su paradero y castigar a los responsables de su desaparición.
A pesar de la esperanza que depositaron en la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado cuando ésta se creó en 2001, hoy consideran que esa dependencia nunca tuvo la intención de investigar su denuncia.


Padre de familia y líder de la comunidad

Pese a que Rosendo contaba con buenos ingresos por el negocio de ganadería que había heredado de su abuelo, siempre se interesó por la suerte de los menos favorecidos. "Si él tenía más posibilidades, ¿por qué no ayudar a los que menos tenían?", dice su hija Andrea Radilla acerca de la filosofía de su padre.
Seguramente influyó en sus ideales el haber tenido como pariente al agrarista Feliciano Radilla, quien organizó 36 ejidos en Atoyac y ayudó a crear una cooperativa de producción en los años veinte. "Siento que de allí parte también su idea de buscar una relación más justa", estima Andrea, "incluso, me contaba una tía que cuando tenía 11 años él le llevaba comida a Pablo Cabañas, que andaba en la Revolución Mexicana. Entonces, tuvo contacto con esta gente que decía que luchaba por una vida mejor".
Mientras que otros líderes de Atoyac como Genaro Vázquez o Lucio Cabañas tomaron las armas para defender sus ideas, Rosendo optó por la vía pacífica. Participó activamente en su comunidad y, en los años cincuenta, fue designado presidente municipal. Dedicó mucho tiempo, esfuerzo e incluso recursos personales a mejorar la infraestructura de su comunidad, logrando la construcción de carreteras, hospitales y escuelas.
En sus ratos libres, componía corridos donde exaltaba las hazañas de los guerrilleros locales y denunciaba las injusticias, como las presiones que los acaparadores ejercían sobre los pequeños productores cafetaleros de la región para comprar sus cosechas a bajo costo.
Progenitor de 12 hijos, Rosendo también participó en un movimiento de padres de familia con Lucio Cabañas, para exigir que dejara de cobrarse una cuota de tres pesos por familia en la escuela pública Juan Álvarez. Allí murieron cinco padres de familia a manos de la policía estatal, durante una manifestación el 18 de mayo de 1965. A raíz de la masacre, Cabañas tuvo que refugiarse en la sierra, acusado de ser un agitador, y su búsqueda provocó la militarización del municipio y gran parte del estado.


La detención

Llegado a sus 60 años, Rosendo seguía activo en la comunidad, aunque de manera más prudente, por la fuerte presencia militar en la región. Según Andrea, su padre había recibido avisos de que tuviera cuidado por parte de una comadre, cuyo hermano estaba en el Ejército. "Su hermano había visto su nombre en una lista de posibles gentes que iban a detener", explica.
Esa vez, Rosendo salió de Atoyac y estuvo en Chilpancingo, donde había trasladado a la mayoría de la familia, hasta que el presidente municipal de Atoyac lo visitó y le aseguró que no tenía nada que temer. Entonces, Rosendo siguió yendo y viniendo a Atoyac para atender sus negocios.
En agosto de 1974, decidió irse una temporada con su hija Andrea a Ciudad Altamirano, en la Sierra Caliente de Guerrero, para esperar que las cosas se calmaran.
"Nada más tenía que ir a Atoyac a cobrar un dinero, a bajar el coco de la huerta y a traerle dinero a mi mamá, para que, mientras no estaba, ella pudiera mantenerse", relata Andrea. "Y se fue y, pues, ya no regresó".
En la madrugada del 25 de ese mes, Rosendo salió de Atoyac y tomó un camión para Chilpancingo con su hijo de 11 años. Cuando el vehículo se detuvo en un retén militar, todos se bajaron, pero una vez terminada la inspección, los soldados impidieron que Rosendo y su hijo se subieran de nuevo.
"Les dijeron: 'No, tú ya te quedas aquí'", cuenta Tita Radilla, hermana de Andrea, "entonces, mi papá preguntó por qué. Le dicen: 'Es que tú haces corridos donde narras la historia de los guerrilleros'. Entonces, les dijo: 'Bueno, pero eso no es un delito'".
Delito o no, los militares detuvieron a Rosendo, quien sólo tuvo tiempo de darle dinero a su hijo y de decirle que se regresara a casa para avisar a sus hermanas y a su mamá. Fue la última vez que uno de sus familiares lo vio.


Búsqueda interminable

La vida de la familia cambió radicalmente a partir de la detención de Rosendo. Desde ese día, sus hijos no dejaron de buscarlo ni de querer encontrar a los responsables de su desaparición.
Rosendo y sus hijas habían participado en el movimiento organizado con maestros de la Universidad de Chilpancingo para localizar a los desaparecidos, que para ese entonces ya eran muchos, explica Tita.
"Entonces, todos los maestros de la universidad se movieron, y toda la gente, reclamando su presentación", narra Tita, "en ese momento, no logramos saber nada. Incluso, con el secretario de Gobierno del Estado fue mi hermana, pero dijo que no sabía nada, porque en ese momento aquí la ley era de los militares".
En esa larga espera por el regreso de Rosendo quedó la salud de su esposa y madre de sus hijos, expresa con tristeza Andrea. Convencida de que Rosendo iba a volver, le arreglaba la ropa para que estuviera lista a su llegada. De ser una mujer muy fuerte, llegó a enfermarse de hipertensión, hasta que murió de una embolia a los 64 años, agrega Andrea.
Mientras tanto, la determinación de sus hijos para descubrir su paradero no menguó. En 1978, se creó el Comité Nacional Independiente Pro-Defensa de Presos, Perseguidos, Detenidos Desaparecidos y Exiliados Políticos, en el cual se involucró Tita. Actualmente es vicepresidenta nacional de la organización, cuyo nombre cambió al de Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a Derechos Humanos en México (AFADEM).
"Se ha convertido en el objetivo de mi vida, luchar por la presentación y ahora no solamente de él sino de todos los desaparecidos", expresa Tita.
En el momento de la desaparición, Tita y sus hermanos no pusieron una denuncia ante las autoridades, ya que desconfiaban de las instancias civiles como militares, que consideraban como responsables de los hechos.
Sin embargo, cuando se creó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en 1990, decidieron interponer una queja por la desaparición de su padre. Posteriormente, entre 1992 y 2001, pondrían cinco denuncias más ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, el Ministerio Público de Atoyac, la Procuraduría General de la República y el estado de Guerrero.
Encontraron muchas trabas en el proceso de poner esas denuncias, ya que en ocasiones las autoridades correspondientes no querían recibirlas, explica Tita. Cuando vio que ninguna de ellas generó resultados, interpuso un recurso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el 15 de noviembre del 2001.


El papel de la Fiscalía Especial

Justo 12 días después, el 27 de noviembre del 2001, Vicente Fox anunció la creación de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, el mismo día en que la CNDH emitió su recomendación 26/2001, relativa a las desapariciones forzadas ocurridas en los setentas y ochentas.
Tita empezó a tener esperanzas de que pudiera resolverse el caso de su padre y de los otros desaparecidos, por lo que presentó una denuncia ante la nueva fiscalía por la desaparición de su padre, y convenció a los familiares de otros desaparecidos para que hicieran lo mismo.
"Nosotros quisimos pensar que tal vez por ser otro partido pudiera ser que tuvieran voluntad de cuando menos investigar sobre el paradero de ellos", cuenta.
Por eso la decepción fue muy grande cuando se dio cuenta de que la fiscalía no daba resultados. "La verdad es que no hubo intención siquiera de investigar realmente", afirma.
Por ejemplo, cuando ella y otros familiares pidieron a la fiscalía que investigara dos lugares donde presuntamente habían sido enterrados algunos detenidos, ésta les exigió que un testigo confirmara haber visto que allí habían sido sepultados los desaparecidos antes de proceder a los trabajos de excavación. La institución nunca revisó los lugares señalados.
Por otra parte, cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estaba a punto de admitir la denuncia relativa a la desaparición de Rosendo, la fiscalía hizo la consignación al juez del caso en agosto de 2005. Sin embargo, esta consignación presentó varias deficiencias.
Primero, la fiscalía realizó esta consignación sin notificar a los denunciantes ni a sus representantes, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), quienes se enteraron del avance en el caso por los medios de comunicación.
Cuando Tita se presentó con el juez segundo de distrito con sede en Acapulco para conocer los detalles de la consignación, éste le negó acceso al expediente. "Me dijo que no, que yo no era la víctima," recuerda Tita, "o sea, que tenía que ser la víctima quien podía checar los expedientes. Es indignante. ¿Cómo pueden decir esas cosas porque saben que él no está?".
Por otra parte, una vez que Tita y sus abogados tuvieron acceso al expediente después de interponer una queja ante la CNDH, se dieron cuenta de que la consignación se hizo por privación ilegal de la libertad en su modalidad de plagio o secuestro, y no por desaparición forzada, como lo señaló la recomendación 26/2001 de la CNDH.
"Es una deficiencia clave porque la propia jurisprudencia que existe establece que el secuestro es cometido por particulares, por individuos, cuando la desaparición forzada implica muchas más personas e incluso instituciones", explica Mario Solórzano, abogado de los familiares de Rosendo e integrante de la CMDPDH.
Como consecuencia, solamente se consignó a un presunto responsable, el general Francisco Quirós Hermosillo, cuando el expediente de la fiscalía sobre el caso de Rosendo señalaba a otros potenciales involucrados. Esto reflejaba el desconocimiento de la operación bajo la cadena de mando que se da en estos operativos militares, considera Solórzano, ya que un soldado nunca toma una decisión solo, sino que sus acciones derivan de órdenes que le llegan de su jerarquía. En agosto del 2005 un juez federal con sede en Guerrero emitió una orden de aprehensión contra Quirós Hermosillo, quien un año después murió en un hospital militar, víctima de cáncer, sin pisar la cárcel por estos delitos.
Ya que se cerró la Fiscalía Especial, la Coordinación General de Investigación de la PGR sigue investigando el caso de Rosendo. "Como siempre, hacen que están investigando, pero nosotros vemos que realmente no hay voluntad política del Estado para resolver," expresa Tita, quien cree que la PGR tiene información sobre el paradero de su padre pero que no quiere revelar esta información.
El único avance que Tita le concede a la fiscalía es que, con su creación, el gobierno mexicano reconoció que existieron desapariciones y que éstas se debieron a una política de Estado.


La Corte Interamericana: última esperanza

Frente a la falta de respuestas por parte de la justicia mexicana, los familiares de Rosendo pusieron sus últimas esperanzas en el sistema interamericano de justicia. El pasado 15 de agosto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos entregó a las partes un informe confidencial sobre el caso de Rosendo, en el cual hace una serie de recomendaciones al Estado mexicano.
En caso de que el Estado no cumpla estas recomendaciones para el 15 de octubre próximo, la Comisión Interamericana puede decidir publicar su informe y presentarlo en la próxima Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos o llevar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para juzgar al Estado por los delitos de desaparición forzada, probable tortura y privación de la vida, así como falta de acceso a la justicia.
La segunda opción es la más deseable para Solórzano, abogado de los familiares de Rosendo, ya que las sentencias de la Corte Interamericana son jurídicamente vinculantes y forzarían al Estado a resolver el caso de Rosendo.
Por su parte, Eduardo González, experto del Centro Internacional para la Justicia Transicional, una ONG que asiste a países que buscan establecer responsabilidades por las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante un régimen represivo, estima que si el caso de Rosendo llega a la Corte Interamericana, es de esperar que ésta siga la jurisprudencia que ya estableció.
"Eso augura que la Corte encuentre en el caso una nueva posibilidad de reiterar su convicción de que la familia de un desaparecido tiene estos derechos (de recibir reparación y de tener un recurso efectivo ante la justicia) y de que el Estado tiene obligaciones muy concretas de garantizar el derecho a la verdad, de garantizar que se haga justicia y de garantizar la reparación justa".
Tita espera la resolución de la Comisión Interamericana con mucha expectativa, porque estima que sólo la justicia internacional puede obligar al Estado mexicano a hacerle justicia a su padre. "Es una esperanza que tenemos de que se pueda resolver, cuando menos, que sirva para que otros casos puedan ser resueltos", expresa Tita.
Andrea también considera que es el momento de que la impunidad se acabe, ya que la persecución a las personas que luchan por sus comunidades es una práctica que sigue existiendo.
En cuanto al caso específico de su padre, más que la reparación material, lo que desea Andrea es conocer su paradero y saber qué le pasó. "Es tan angustiante no saber dónde quedó él", dice en un suspiro, "uno imagina qué pasó, incluso por los testimonios que rindieron algunos testigos, y es terrible. Quisiera que nos entregaran lo que quedó de él".


Documento de inteligencia


Reconoce la detención de Radilla por parte del Ejército por sus presuntos nexos con Lucio Cabañas.

Sobre el posicionamiento ideológico de Felipe Calderón


Minoría selecta y deuda social


Publicado en Enfoque - Reforma


Por Ernesto Núñez y Laurence Pantin


(14-Oct-2007).- Panel: entre la doctrina y el centro

Felipe Calderón sorprendió el pasado 21 de septiembre con un discurso en el que criticaba la falta de compromiso social de "la minoría selecta". Su intervención en la comida organizada por la revista Líderes Mexicanos llamó la atención no sólo de los asistentes.
Con el propósito de interpretar este mensaje, Enfoque entrevistó a cuatro conocedores de la doctrina e historia de Acción Nacional: la politóloga Soledad Loaeza, autora de El Partido Acción Nacional: la larga marcha, 1939-1994; el comisionado para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Luis Héctor Álvarez, quien fuera presidente del PAN de 1987 a 1993 y candidato a la Presidencia por ese partido en 1958; la investigadora Yemile Mizrahi, autora de From Martyrdom to Power: The Partido Acción Nacional in Mexico, miembro de la consultora internacional Casals & Associates, y el diputado panista Rogelio Carbajal, ex secretario particular de Calderón, ex director general de la Fundación Rafael Preciado Hernández del PAN y coordinador de las últimas reformas a los documentos básicos del blanquiazul.
Los especialistas destacan que más que girar a la izquierda, Calderón está recuperando los principios originales del PAN, que han marcado su trayectoria y de los que se nutrió por la convivencia con dos de los principales ideólogos del panismo: su padre, Luis Calderón Vega, y su tutor político, Carlos Castillo Peraza. Con sus recientes posicionamientos -consideran los expertos- el Presidente nuevamente ha marcado distancia respecto a su predecesor, Vicente Fox.


Según los conceptos usados por Felipe Calderón en su discurso del 21 de septiembre, ¿considera usted que hay en él un pensamiento social?


Soledad Loaeza

Sí, pero no me parece lo más importante. Lo más importante es que él está recuperando el viejo discurso panista, incluso un discurso hasta cierto punto predemocrático, que es el discurso de los fundadores del partido. Me llama muchísimo la atención. Es un discurso con un contenido de responsabilidad social, o sea, él hace un llamado a la responsabilidad social de las élites, pero lo que más me llama la atención de este discurso es que recupera el pensamiento panista original, el pensamiento de los ideólogos de Acción Nacional de los años cuarenta y cincuenta. Y es un llamado a la responsabilidad social por parte de las élites en esas líneas. En ese sentido, el tema del discurso no es la democracia, no aparece prácticamente.


Luis H. Álvarez

Hay un pensamiento, un compromiso y una política social muy arraigados en el presidente Felipe Calderón, no sólo a propósito de un discurso. Su sensibilidad social tiene raíz profunda. En su responsabilidad actual nos ha dado instrucciones precisas, a quienes colaboramos con él en dependencias que cuentan con programas sociales, para fortalecer acciones en beneficio de quienes por más tiempo han padecido los flagelos de la pobreza y la discriminación. En todo caso, el discurso de referencia es un firme llamado para que el compromiso social sea adoptado por quienes hemos disfrutado oportunidades que no han estado al alcance de todos.


Yemile Mizrahi

Veo claramente un pensamiento social en las líneas de Felipe Calderón; hay un concepto de responsabilidad social, justicia social y de compromiso personal. El discurso está lleno de estos conceptos: la idea de que los líderes mexicanos son gente privilegiada y que precisamente por eso tienen una responsabilidad social de contribuir a mejorar las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos que no han tenido esas oportunidades. La idea de que uno no debe quedarse sentado y cruzado de manos frente a los problemas sociales y, sobre todo, el concepto de que uno debe tener tenacidad, convicción, compromiso y visión de largo plazo para poder hacer la diferencia y tener un impacto positivo.
Calderón también aquí revela buena parte de su trayectoria personal. Él ha sido un antiguo militante del PAN, de esos que salían a organizar eleccio- nes cuando se las robaban, cuando los hostigaban y, sobre todo, cuando sabían que iban a perder. Tenía esa convicción de que no hay que quedarse sentado, de que hay que ser tenaz y perseverante.


Rogelio Carbajal

El discurso del Presidente es una radiografía que ejemplifica su vocación política y la responsabilidad que de ella deriva. La concepción que el Presidente tiene sobre la actividad política -deber social por naturaleza- se expresa no solamente en el mensaje, sino en la política social de su gobierno. Para Calderón la política abarca indudablemente todos los ámbitos de la vida humana, el social en primer lugar. Por eso se reclama una genuina responsabilidad social en toda persona que ejerce un liderazgo, ya sea en el campo político, deportivo, artístico, económico o en el de opinión. No puede aceptarse, por tanto, que un liderazgo sea tal si no impacta en la sociedad o no actúa en pro de ella. En el mensaje se exige a quienes más tienen, pueden o saben, un claro compromiso solidario para con aquellos que, por diversas circunstancias, tienen, saben o pueden menos. Los Principios del PAN (1939) refieren una frase que podría resumir la idea: "Cumplir este deber político es necesidad imperiosa y urgente, cuya omisión acarrea el envilecimiento de la vida social".



¿Estima usted que la política social de Calderón está inspirada en tesis de la izquierda o en los principios doctrinarios del PAN, como son el bien común, la solidaridad y la subsidiariedad?


Loaeza

No veo que se esté moviendo a la izquierda, no lo veo para nada. Hay una recuperación de una identidad propia. Acción Nacional nunca fue un partido sin conciencia social, no fue nunca un partido liberal que ignorara la cuestión social, ni mucho menos. Entonces, recupera su propia identidad y, al contrario, lo que está haciendo es separarse del discurso mucho más liberal de Vicente Fox. Vicente Fox casi no hablaba de responsabilidad social, hablaba sobre todo de responsabilidad individual.


Álvarez

El anhelo de justicia social no es privativo de una corriente ideológica o partidista. El legítimo deseo de que nuestro país sea una casa generosa y justa con todos sus habitantes es una meta que podemos compartir todos los ciudadanos dispuestos a hacer algo, no sólo esperar, para que esa realidad se cumpla. Por otra parte, don Manuel Gómez Morín y los ideólogos del PAN afirmaron siempre que la pobreza y la miseria son males evitables, que pueden ser superados por la acción de ciudadanos dispuestos a la búsqueda del bien común.


Mizrahi

Las tesis de izquierda y los principios del PAN (bien común, solidaridad) realmente se acercan mucho. Las dos ideologías abogan por la justicia social, por mayor igualdad de oportunidades, por el compromiso de los que tienen con los que no tienen. La diferencia entre las dos ideologías está en los métodos y medios para llegar a estos objetivos. Como en todo, el diablo siempre está en los detalles. En términos de principios, tanto los principios doctrinarios del PAN (basados en buena parte en la doctrina social de la Iglesia) como los principios de la izquierda (y aquí hay muchas definiciones de qué es exactamente "la izquierda") son muy similares.
La política social del gobierno no solamente está definida por estos principios. Hay una gran continuidad en la política social que viene desde la época del presidente Zedillo, en realidad desde Carlos Salinas con el programa Solidaridad, pero Salinas usó el programa con fines estrictamente electorales. El Programa Nacional de Solidaridad, que luego se llamó Oportunidades con Fox, está basado en los mismos principios de focalizar la asistencia hacia los sectores más necesitados y de generar incentivos para que aquellos que reciban asistencia tengan también acceso a servicios de salud y educación. Fue un programa muy innovador que ha sido de hecho emulado por otros países en la región.


Carbajal

La política social del gobierno del Presidente sí está inspirada en el pensamiento del PAN, aunque no se agota en él. Felipe Calderón, debe recordarse, participó activamente en la última actualización ideológica del PAN que abarcó la Proyección de Principios (2002) y un nuevo Programa de Acción (2004). A partir de los pilares ya conocidos de bien común, solidaridad y subsidiariedad, Calderón impulsó en ambos documentos un concepto integrador: el de desarrollo humano sustentable. Entendido como un proceso permanente de ampliación de capacidades de los seres humanos sin comprometer el potencial de las generaciones futuras, el desarrollo humano sustentable implica no sólo a la política social, sino que necesariamente incluye el desarrollo económico y político y, desde luego, la preservación ambiental. El concepto es clave para comprender los programas de superación de la pobreza y de promoción de oportunidades del gobierno federal. Es clave, también, para entender la preocupación social del Presidente que en el discurso se pone de manifiesto.



¿Responde la reforma fiscal propuesta originalmente por Calderón a ese pensamiento?

Loaeza

El lanza un intento fallido de dar ciertos pasos hacia una estructura redistributiva, que le echan abajo desafortunadamente. Es una lástima. Y si recuerda el primer proyecto, era un proyecto cuyo propósito era destruir los regímenes especiales y esos regímenes especiales son los que no ha podido combatir por el peso de los intereses particulares.


Álvarez

El tema de la reforma fiscal, propuesta por el presidente Calderón está en el ámbito del Legislativo. Considero, en lo personal, que debe valorarse, en ese rubro, la necesidad de mantener criterios de solidaridad y subsidiariedad con los que menos tienen.


Mizrahi

No conozco bien los detalles de la reforma fiscal, pero lo que sí es claro -de lo que puedo leer en la prensa- es que uno de los objetivos de la reforma fiscal fue eliminar excepciones fiscales que benefician sobre todo a los empresarios más poderosos. México tiene una de las tasas de recaudación fiscal más bajas de toda Latinoamérica y el objetivo central de la reforma fiscal es precisamente revertir esto, expandir la base fiscal y quitarle el peso fiscal a Pemex (que hasta ahora ha financiado la mayor parte del presupuesto del gobierno). Con esto se permite generar condiciones para que Pemex pueda invertir en mejoras tecnológicas y pueda capitalizarse y también que el gobierno tenga mayores recursos para poder invertir en proyectos sociales. Sé que el presidente Calderón tiene la meta de generar mejores condiciones de vida para los mexicanos. Él sabe que no puede hacer todo en un sexenio, pero por algún lado tiene que empezar. Tal vez la reforma fiscal que ha sido aprobada en el Congreso no sea la mejor, pero es la que se pudo consensuar. La política es el "arte de lo posible", no -como en el pasado- el arte de la voluntad del Presidente.


Carbajal

La reforma fiscal planteada por el presidente Calderón responde a las exigencias sociales que debe enfrentar el Estado mexicano. La responsabilidad social -concepto también del pensamiento del PAN- implica, en una de sus vertientes, que la iniciativa privada y los ciudadanos contribuyan con el desarrollo social del país. Contribuir de forma justa y equitativa es un imperativo ético para con quienes menos tienen. En ese sentido, la reforma fiscal pretende no sólo fortalecer las finanzas del gobierno con más captación, sino - y en primer lugar- mejorar y potenciar sustancialmente los programas sociales, de salud, de educación y de infraestructura. En su conjunto, la reforma fiscal también pretende impulsar la competitividad y por tanto la generación de más empleos y mejor pagados que, al final de cuentas, constituirán el mejor estímulo para superar la pobreza.



¿Es aplicable la doctrina original del PAN al país en sus actuales condiciones?

Loaeza

No veo por qué no. Prácticamente cualquier doctrina es aplicable. Lo que tendríamos que preguntarnos quizás es si puede tener éxito. Depende de qué tanta capacidad tiene el Presidente de persuadir a los ricos, que es lo que él intenta hacer. En este discurso, él trata de ejercer su capacidad persuasiva a través de una retórica que no le habíamos escuchado, pero es una retórica muy familiar para él, porque ése es el discurso viejo panista, en términos de la preocupación por la cuestión social. No importa lo que diga la izquierda mexicana, Acción Nacional no era el partido de los ricos. El partido de los ricos era el PRI, como todo mundo lo sabe. Entonces, es ese discurso el que está presente en Calderón y me parece muy interesante.


Álvarez

El apego a principios es fundamental. El presidente Calderón subrayó que uno de los males que nos ha aquejado es la práctica de la política sin principios. Como él, creo firmemente en que la actividad política debe ir acorde con sólidos fundamentos éticos. Por supuesto que tienen vigencia los principios que dieron origen a Acción Nacional. Pero, hablando de doctrina y circunstancias, debe considerarse que una doctrina inmóvil tiende al dogmatismo. El PAN, como debe hacerlo todo organismo político, ha sabido renovar sus estrategias de acción, a la luz de las diferentes circunstancias que ha enfrentado. Debemos recordar las palabras de Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo".


Mizrahi

Las actuales condiciones no tienen nada que ver con la pertinencia de la doctrina original del PAN. Son principios muy generales que no se extinguen: conceptos como el de la solidaridad, subsidiariedad, el humanismo social, etcétera. ¿Cómo lograr estos objetivos? Como dije antes, el diablo está en los detalles. El problema del PAN, y eso lo he dicho muchas veces, es que no se ha realmente preocupado en traducir estos principios generales en líneas de política pública. Los panistas tradicionales se han cobijado en los principios pero no los han aterrizado, quizá por temor a que una vez en el terreno de la política pública, estos principios, como es lógico, pierdan su "pureza". Pero esto es parte de la evolución política. La política educativa, de salud, fiscal, energética, etcétera, no se puede elaborar a partir de principios generales como el "humanismo político" o la "solidaridad". Es preciso darle una orientación práctica a estos principios. ¿Cómo lograr mejor calidad educativa? ¿Cómo motivar a los líderes sindicales, por ejemplo, a que asuman su compromiso social y se dediquen a educar mejor a nuestros niños? (Si no recuerdo mal, en el último reporte de la OCDE, México quedó en último lugar con respecto a los niveles de enseñanza de matemáticas). Y así habría que seguir preguntando con todos los demás sectores. El problema es precisamente en este terreno de la política pública en donde tenemos que confrontarnos con las fuerzas reales de poder, esenciales en el diseño del "arte de lo posible".


Carbajal

Los Principios de Doctrina del PAN (1939) y sus dos proyecciones (1965 y 2002) son, en conjunto, aplicables a la realidad del país. Las ideas y conceptos que se incluyen en el pensamiento del PAN reflejan una auténtica preocupación por los problemas nacionales e incorporan propuestas que son vigentes para su solución. De hecho, la última de las proyecciones hace referencia a conceptos novedosos que explican fenómenos actuales que en el ámbito político nadie ha abordado como lo ha hecho el PAN: el ya mencionado del desarrollo humano sustentable, el de mundialización, el de bioética y el de innovación tecnológica. A ellos deben agregarse las permanentes tesis que sobre el valor de la persona ha sostenido el PAN. Como centro de la acción pública, la persona -hombre y mujer- debe ser destinataria de toda política social y económica para, a través de ellas, aumentar sus capacidades, ensanchar las oportunidades para su desarrollo y, en general, para mejorar sus condiciones de vida.



Así lo dijo

"No importa lo que diga la izquierda mexicana, Acción Nacional no era el partido de los ricos. El partido de los ricos era el PRI, como todo mundo lo sabe".

Soledad Loaeza
Politóloga de El Colegio de México.


"El presidente Calderón subrayó que uno de los males que nos ha aquejado es la práctica de la política sin principios".

Luis H. Álvarez
Ex presidente del PAN



"Las actuales condiciones no tienen nada que ver con la pertinencia de la doctrina original del PAN. Son principios muy generales que no se extinguen: la solidaridad, subsidiariedad, el humanismo social, etcétera.".

Yemile Mizrahi
Investigadora


"Los Principios de Doctrina del PAN (1939) y sus dos proyecciones (1965 y 2002) son, en conjunto, aplicables a la realidad del país".

Rogelio Carbajal
Diputado del PAN
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Es una maniobra política
Por Laurence Pantin
(14-Oct-2007).- El economista Rogelio Ramírez de la O es implacable en su juicio sobre las políticas públicas de Felipe Calderón, y advierte que el presidente de la República copia la política social de Andrés Manuel López Obrador sin darle sustento económico, provocando el riesgo de un endeudamiento del país.
"Él (Calderón) no se puede quedar detrás de un candidato que fue tan atractivo políticamente y que sigue siendo muy atractivo como personaje político para un gran núcleo de población", estima el economista que coordinó el programa económico de López Obrador durante su campaña presidencial, "y eso lo deja en una situación precaria desde el punto de vista político y trata de superar esa situación pensando que se puede posicionar allí".
Ramírez de la O, quien sigue asesorando al político tabasqueño en calidad de consejero del "gobierno legítimo", considera que en su afán por rebasar por la izquierda a López Obrador, el Presidente está copiando e incluso incrementando su política de apoyos sociales, pero sin respaldarla con un esquema económico adecuado.
Al contrario de López Obrador, quien ofrecía sustentar su política de programas sociales en más inversiones en energía e infraestructura y, sobre todo, en una reducción del gasto burocrático, Calderón no podrá sostener su ambicioso sistema de apoyos sociales con la recaudación adicional derivada de la reforma fiscal. Esto, explica el economista, porque muchos de los recursos extras esperados con esta reforma ya fueron comprometidos en las transferencias al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado estipuladas en la reforma a la ley del organismo, la ampliación del seguro popular, el programa de primer empleo y el incremento de salarios a los maestros y a los soldados.
"Para obtener estos programas sociales se necesita reducir mucho el gasto burocrático", asevera, "porque si no, entonces, va a ser pura deuda".
Ramírez de la O considera que el esfuerzo del Presidente por presentarse como una persona preocupada por los que menos tienen es una maniobra política, sin fundamento económico. Estima que se trata de la misma retórica que usó el ex presidente Vicente Fox, basada en la idea de que si el gobierno tiene más recursos, puede invertir más en programas sociales y educación. No obstante, subraya que durante el sexenio foxista el gasto público se expandió de manera exagerada sin que mejore significativamente la situación de los pobres.
Rechaza que la propuesta de reforma fiscal originalmente enviada por el Presidente tuviera como propósito acabar con la injusticia y la desigualdad. Más bien, la identifica como una propuesta recaudatoria. "Y además, era un second best (una segunda opción)", manifiesta, "porque hubiera preferido ir por el IVA en medicinas y alimentos, pero las encuestas previas le estaban dando un porcentaje de más de 80 por ciento de desaprobación a esa medida".
Si bien acepta que la propuesta de Calderón buscaba que los empresarios pagaran más impuestos, aclara que las más afectadas iban a ser las pequeñas y medianas empresas. Explica que al permitir la deducción inmediata de la compra de activos fijos y de inventarios, además de dar un trato preferencial a las regalías, dividendos e intereses, la propuesta de Calderón favorecía a las grandes empresas, porque estos renglones son del uso exclusivo de estas y no de las Pymes. "Creo que las grandes empresas con el IETU (Impuesto Empresarial a Tasa Única) pagan menos que con el Impuesto Sobre la Renta", concluye.


El programa perredista

Ramírez de la O reconoce que la propuesta calderonista retomó algunas sugerencias del PRD, pero opina que eso no es necesariamente bueno. "Es cierto que tomaron unas propuestas, pero esas propuestas no modifican el espíritu del diseño oficial, que tiene un corte de no cobrarle a los grandes contribuyentes".
El creador del programa económico de López Obrador, quien se formó con el economista británico Redvers Opie -discípulo de John Maynard Keynes-, define los principios ideológicos detrás de las políticas económicas y sociales de Calderón como híbridos.
Según él, mezclan una visión ingenua de que México es una economía de mercado y de libre competencia, donde el Estado debe abstenerse de intervenir en la actividad económica para dejar que los mercados la regulen, con una convicción de que la desigualdad debe compensarse con programas sociales.
"Pero no interviene en la actividad económica con el objeto de que desde allí haya más oportunidades para los pobres, o para los que no tienen empleo, o para los que no tienen educación", critica.
La visión de Calderón es ingenua porque la economía mexicana no es de mercado ni de libre competencia, añade, sino que es dominada por monopolios que no generan suficientes empleos para ofrecerle oportunidades a los más pobres. "Ni siquiera es un programa liberal pro-empresa moderno, como el de Estados Unidos, donde se flexibiliza el trabajo pero tampoco hay monopolios, se regula la actividad económica y, cuando hay que ajustar las cuentas con Enron o con Worldcom, se hace. O sea, el Estado sigue siendo fuerte como un regulador, pero hay oportunidades para todos", expresa.
Además, Ramírez de la O apunta que la estrategia del Presidente puede confundir a sus seguidores. "El IETU nunca debió de golpear tanto a las empresas medianas y pequeñas porque ésa fue la base de apoyo de Calderón", explica, "o sea, la empresa mediana y pequeña que más va a resentir el impacto del IETU es la empresa regional, de confección, de construcción, de calzado, de muebles y éstas son las empresas del centro de México, en donde el PAN tiene su núcleo de apoyo más fuerte".
A largo plazo, sugiere el economista, esto podría ser explotado por los perredistas, si lo saben aprovechar.


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Nombre: Rogelio Ramírez de la O

Experiencia: estudió economía en la Universidad Nacional Autónoma de México.

· Obtuvo el doctorado en economía por la Universidad de Cambridge.
· Es director de la empresa de asesoría financiera Ecanal, fundada por su mentor en Cambridge, el economista británico Redvers Opie.
· En 2006, diseñó el programa económico de la coalición Por el Bien de Todos.
· Es consejero del "gobierno legítimo" encabezado por Andrés Manuel López Obrador.



Enfoque recomienda

· From Martyrdom to Power: The Partido Acción Nacional in Mexico.
Yemile Mizrahi.
University of Notre Dame Press, 2003.

· Ideas Fuerza. Carlos Castillo Peraza.
Compilado y prologado por Germán Martínez.
Fundación Rafael Preciado Hernández, 2003.

· Apuesta por el mañana.
Carlos Castillo Peraza.
Fundación Rafael Preciado Hernández, 2003.

· Abel Vicencio Tovar. Un hombre de oposición.
Jorge Lara Rivera y Juan José Rodríguez Prats.
Partido Acción Nacional y Epessa, 2002.

· La congruencia histórica del Partido Acción Nacional.
Juan José Rodríguez Prats.
Partido Acción Nacional y Epessa, 2002.

· Cambio democrático de estructuras.
Efraín González Morfín.
Partido Acción Nacional y Epessa, 2002.

· Humanismo político.
Efraín González Luna.
Partido Acción Nacional y Epessa, 1999.

· El Partido Acción Nacional: la larga marcha, 1939-1994.
Oposición leal y partido de protesta.
Soledad Loaeza.
Fondo de Cultura Económica, 1999.

· Proyección de principios de doctrina del Partido Acción Nacional 2002.
http://www.pan.org.mx/docs/p_doctrina2002.pdf.

· Programa de Acción Política 2004.
http://www.pan.org.mx/docs/accion_politica.pdf.